Sin miedo al 'peeling'
Exfoliar es la solución para frenar la sequedad y el engrosamiento cutáneo del rostro. Sin embargo, es importante elegir bien el producto exfoliante que vayamos a utilizar, ha de ser acorde a nuestro tipo de piel. Si es sensible, decántate por uno enzimático que no contenga partículas de arrastre. Para las pieles mixtas, mejor un gommage con microesferas minerales y, para las grasas, uno purificante.
Más hidratación
¿Tu hidratante ya no es tan efectiva? En esta época del año, tu piel tiene necesidades distintas, por lo que puedes complementarla con mascarillas con ingredientes regenerantes (por ejemplo, aceites nutritivos) y con un sérum potenciador de la hidratación que nutra, combata la falta de volumen, la pérdida de luminosidad...
Limpieza necesaria
Para regenerar el cutis hay un elemento clave: limpieza diurna y nocturna. Aplica una limpiadora cremosa con un ligero masaje. A continuación, retira el producto con agua templada y pasa un algodón empapado en agua fría para activar la microcirculación. Finaliza con un tónico y seca con un pañuelo de papel.
Ojeras & bolsas
La zona de los ojos en la que se acoplan ojeras y bolsas también se pigmenta, toma color y tiende a oscurecerse. Si notas bolsas muy pronunciadas, opta por productos con textura en gel y de efecto frío, pues las drenarán y reducirán su tamaño. Para las ojeras, lo mejor son los contornos oxigenantes.
Unifica el tono
La esteticista Chelo Candenas nos recomienda “buscar fórmulas que reduzcan y prevengan las manchas pero que, al mismo tiempo, perfeccionen y aporten luminosidad extra”. Hazte, además, con bases de maquillaje unificantes que se adapten a tu tipo de piel.