Uno de los pasos más importantes es la exfoliación de la piel, tanto del rostro como del cuerpo ya que de esta manera, eliminaremos células muertas y conseguiremos un bronceado más bonito y uniforme. Lo mejor es utilizar un exfoliante suave en gel.
El secreto es hidratar muy bien la piel para mejorar su elasticidad. Te recomendamos que aunque no estés expuesta muchas horas al sol sigas usando tu protector solar habitual ya que este tiene agentes hidratantes y utilizarlo a diario nos ayuda a mantener nuestro tono moreno. A parte de la crema hidratante, también es necesario beber una buena dosis diaria de agua para hidratarnos tanto por fuera como por dentro.
Por último, la alimentación es un factor clave. Debes incluir en la dieta algunos alimentos que estimulan la pigmentación como la sandía, el melón, la zanahoria, los tomates, los pepinos o las acelgas, que te ayudarán a lucir moreno durante más tiempo.