Comienza el gran cambio de Eliza. Si quiere convertirse en la chica 'Totalmente Diva' necesita un cambio de imagen. Una ducha, un poco de peluquería y maquillaje y un vestido de ensueño hacen que la florista parezca otra. Sin embargo, su complicado carácter, desconfiado y un tanto agresivo, complican la sesión de fotos. Eliza está demasiado nerviosa e incómoda hasta que un divertido acontecimiento en el estudio del fotógrafo dan la razón a Arthur: Eliza tiene potencial y es una clara candidata para ganar el concurso.
Tras inscribir a Eliza en el concurso, Arthur acude a casa de Carol para firmar el contrato. Está convencido de que ganará. Y los dueños de Bastille le dan la razón. Eliza se convierte en una de sus favoritas pese a los intentos de Carol por ocultarles su foto. No lo consigue y para su sorpresa, la joven se convierte en una de las finalistas del concurso.
Tras este giro inesperado de los acontecimientos y temiendo perder su trabajo intentará cancelar la apuesta fingiendo que le da una oportunidad para salvar su empresa. Sin embargo, el dueño de Excalibur no cae en su trampa. Ahora más que nunca está convencido de que Eliza ganará el concurso.
Por otro lado, Carol sigue empeñada en convertirse en madre y ya ha elegido el padre. Convencida de que Arthur es el hombre idóneo, sigue actuando a sus espaldas. Él se deja querer, y aunque sabe sus intenciones se deja llevar por la pasión que hay entre ellos. "Estoy empezando a enamorarme".
El éxito de Eliza aterroriza a Jonathan. "Está claro que te irás de mi vida pero aún no lo sabes", le dice mientras intenta aprovechar lo que el supone que serán sus últimas semanas juntos. Y esta vez, Eliza se deja llevar y por primera vez no le rechaza.