El picnic familiar obliga a Ayse y Kerem a disimular y aparentar que son felices (lo de que se quieren no hace falta que lo disimulen). Y así lo hacen. Sin embargo, las cosas no salen como el rico heredero hubiera deseado. Durante un romántico paseo, no solo descubre que su mujer le ha robado el protagonismo que tanto le gustaba, sino que se vuelve a poner en evidencia cuando su obsesión por el profesor de matemáticas le lleva a montar una escena de celos.
Las cosas tienen que estar claras. Tras el picnic, el matrimonio tiene una charla de lo más intensa en la que Ayse no deja lugar a dudas. "Si estuviera enamorada de él, ¿le habría invitado al picnic? ¿Crees que soy tan mala y fría? La Ayse que soy ahora no le tiene miedo a nada. No teme las sorpresas que pueda presentarle la vida. Y cuando llegue el día de la separación no volverá a tener miedo nunca más. Elegirá su propia vida", le dice a Kerem, que también muestra su preocupación. "Ahora veo una Ayse que cambia cada día. La Ayse que conocí sí necesitaba la oferta que le ha hecho esa representante pero la habría rechazado. Espero que esa nueva vida no te haga añorar el pasado", le dice su marido que es incapaz de controlar sus sentimientos por su mujer y sueña con un futuro feliz a su lado.
La noticia del embarazo de Hülya les tiene a todos revolucionados. Incluso a Ayse, a quien le ha traicionado su subconsciente y se ha imaginado teniendo una vida feliz al lado de su marido. Sin embargo, el sueño no tardará en convertirse en pesadilla cuando tengan que abandonar su habitación para dejársela a los futuros papás y se vea obligada a compartir cama con Kerem.
Ya han caído. Por mucho que lo nieguen, Ayse y Kerem se han enamorado. Ahora solo falta que den su brazo a torcer, se dejen de orgullos y aparten los prejuicios. ¿Cuánto tardarán en hacerlo? Si quieres descubrir qué ocurre entre ellos, no puedes faltar a tu cita con 'Trampa de amor'. De lunes a viernes a las 15:30 horas, solo en Divinity. ¡No faltes!