"Vengo a aclarar que yo ayer no hice topless. Nos quisimos hacer una foto y me saqué la parte de atrás del sujetador", ha explicado. ¿El motivo? "Ahora soy una persona pública, y sí, me da miedo que alguien pueda hacerme una foto". Sin embargo, al igual que le sucedió a Sara Sálamo con una foto que eliminó de su Instagram por mostrar parte del pecho, esta decisión ha hecho que Aitana se plantee el porqué de tanto escándalo: "Son tetas con sus correspondientes pezones".
"No entiendo a qué vienen comentarios diciendo 'madre mía como haya hecho topless' en pleno siglo XXI. Me encanta que se luche por la libertad de cada cuerpo y que siempre vea comentarios del tipo 'cada uno hace lo que quiera' o 'la mujer es libre al igual que el hombre sin que se la juzgue'. Luego salen unas fotos mías en un barco sin enseñar nada (solo la espalda al descubierto) y ya se empieza la gente a escandalizar", ha sentenciado.
En cuanto a si debería callarse o no cuando suceden este tipo de polémicas, Aitana ha confesado que siempre le aconsejan que no se meta en estos temas. "Muchos personajes públicos pasan de comentarios y siguen su vida, pero yo considero que ahora tengo una herramienta como son las redes sociales para decir algo de vez en cuando coherente, aunque a veces tenga mis fallos”, ha terminado a modo de autocrítica.
Aunque por las fotos parece que Aitana se lo está pasando pipa en su escapada a Ibiza, el viaje no empezó con muy buen pie. Después del madrugón para coger el avión a primera hora de la mañana, a la catalana le informaron ya en el aeropuerto de que llegarían más tarde de lo esperado. Una vez en tierra balear, sucedió lo peor. Tanto a ella como al resto de los pasajeros les habían extraviado la maleta, un inconveniente que la cantante criticó vía stories. Ahora, polémicas aclaradas y con la maleta ya en el hotel, solo queda disfrutar.