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Con bikini azul, gafas de sol y muy sonriente. Así vemos a Tamara Falcó en la portada de 'Hola'. La hija de Isabel Preysler está disfrutando de un verano inolvidable en Comporta (Portugal), donde se trasladó hace unos días con una amiga.
En las fotografías publicadas por la revista vemos a una marquesa de Griñón realmente espectacular y evidencia el cambio físico que ha sufrido en los últimos tiempos. Tamara ha optado por llevar un estilo de vida mucho más saludable con una dieta equilibrada supervisada por un nutricionista y un entrenador personal.
Después de cuatro difíciles meses de confinamiento (durante los cuales perdió a su padre víctima del coronavirus), Tamara Falcó está exprimiendo al máximo su verano. Tras varios días haciendo turismo por Castilla la Mancha, donde descubrió lugares como Segóbriga o Sigüenza, ha puesto rumbo a tierras portuguesas con su amiga Lucía Domínguez.
Las dos amigas han elegido Comporta, una pedanía del municipio de Alcázar del Sal situado a 120 kilómetros de Lisboa y que se ha convertido en los últimos años en un pequeño paraíso eco-chic que fascina a numerosos rostros conocidos como Madonna, Rania de Jordania, Christian Louboutin, Carla Bruni o Vicky Martín Berrocal.
Una vez allí, la marquesa de Griñón y su amiga se han instalado en Quinta Comporta, un lujoso hotel que cuenta con todo tipo de comodidades. Además de unas espectaculares habitaciones con vistas increíbles, el resort pone a disposición de sus clientes restaurante, un suculento desayuno internacional, centro de fitness, una piscina interior con zona de spá con hidromasaje, sauna y tratamientos de belleza y una exterior con vistas a los campos portugueses, enlace con el aeropuerto del país y recepción 24 horas.
Las imágenes en la playa de la hija de Isabel Preysler demuestran su gran cambio físico después de que hace unos años ganara unos 15 kilos debido a un problema de tiroides que ella misma confesó poco después en una entrevista en la que también explicaba que le había costado acostumbrarse a su nueva figura. "Cuando me miro al espejo, no me reconozco", decía entonces.
Consciente de su enfermedad y de que tenía que tener paciencia, Tamara tomó medidas. Fue entonces cuando se decantó por un estilo de vida más saludable en la que el deporte y controlar su dieta para que sea equilibrada se han convertido en algo fundamental para recuperarse.