Lana, entre lágrimas, habla con André para contarle que finalmente ha tenido que aceptar el contrato de Araceli por motivos económicos. Él intenta tranquilizarla, asegurándole que no pasa nada, que es una necesidad, y que siempre le ha demostrado ser una persona leal. Solo le ha pedido que cuando sea famosa, no se olvide del humilde camarero.