Por qué no es bueno ducharse todos los días, según la ciencia

Uno de los hábitos de higiene que más y mejor incorporado tenemos es la ducha diaria. Puede que prefieras ducharte por la mañana o que tu momento ideal sea antes de ir a dormir, pero lo más probable es que rara vez te saltes este ritual que, según creemos, garantiza una buena higiene y salud de la piel. Sin embargo, parece ser que ducharse a diario no es bueno, según la ciencia. Un estudio realizado por la Universidad de Harvard expone los motivos por los que, quizás, espaciar nuestro paso por la ducha puede ser más beneficioso de lo que imaginamos. 

Por qué nos duchamos a diario

Seguro que si te preguntan por qué te duchas cada día, tienes clara la respuesta. Casi todos coincidimos en los mismos motivos para pasar por debajo del agua a diario: 

  • Despejarnos con una ducha matinal
  • Relajarnos con una ducha nocturna
  • Prevenir y eliminar el olor corporal
  • Eliminar el sudor después de realizar una actividad física

Con estos argumentos parece que no hay otra opción que abrir el grifo de la ducha al menos una vez al día. Pero quizás deberíamos pensar en cómo puede perjudicar este hábito a la salud de nuestra piel. 

Cómo puede perjudicarnos la ducha diaria

Para que la piel se mantenga saludable, es necesario que conserve una capa de grasa que es natural en ella, además de un buen equilibrio entre bacterias y microorganismos. Estos términos, solo con leerlos, hacen que nos den ganas de ir a la ducha de inmediato, pero es importante que empecemos a verso como algo beneficioso para nuestra epidermis. Si nos damos duchas largas a diario, utilizamos geles y jabones agresivos y nos apasiona el agua caliente, estaremos eliminando de manera agresiva esa grasa que es importante, además de las bacterias y microbios que necesitamos. El resultado es, en muchas ocasiones, el siguiente: 

  • Piel áspera o con irritaciones
  • Infecciones cutáneas y alergias al desaparecer la barrera que protege la piel
  • Una piel resistente a tratamientos antibióticos, necesarios cuando se produce una infección

Entonces, ¿cada cuánto hay que ducharse?

Es más sencillo establecer una ducha diaria que andar haciendo cálculos acerca de cada cuánto deberíamos ducharnos. Pero si entendemos a qué se refieren los expertos cuando hablan de que no hay que ducharse cada día, será más fácil conseguir el equilibrio que beneficia a nuestra piel. 

La idea es no excedernos de 4 o 5 duchas semanales, intentar que no duren más de 4 minutos y procurar que el agua no esté demasiado caliente. Si sudamos demasiado o existen otros motivos que para ducharnos a diario, no hay problema. Pero es importante utilizar jabones y geles que sean respetuosos con nuestra piel y, en la medida de lo posible, priorizar el lavado de axilas y genitales. Puede que no parezca fácil al comienzo, pero no hay hábito que no podamos adquirir, sobre todo si es pensando en mejorar la salud de la piel.

Temas