Un año después de conocerse, sencilla y romántica: así fue la boda de Maribel Verdú y Pedro Larrañaga

Maribel Verdú y Pedro Larrañaga son una pareja discreta, pero también muy sólida, así ha quedado claro tras los 24 años que llevan casados, toda una vida juntos

La actriz ha dejado claro en numerosas ocasiones que el único secreto de este éxito es el amor, el respeto, la complicidad, la admiración… pero también el sexo. “Si no nos entendiéramos en la cama, nos convertiríamos en amigos”, explicó en una entrevista para Diez Minutos. 

Un proyecto de vida que han compartido, siempre apoyándose el uno al otro, el uno en el otro, apostando por los éxitos de cualquiera de ellos y celebrándolos como propios, consiguiendo una felicidad que les aporta equilibrio y que ayuda a que la vida sea más sencilla y más bonita. 

La boda de Maribel Verdú y Pedro Larrañaga

Muchas son las ocasiones en las que Maribel ha tenido que enfrentarse a preguntas sobre la maternidad, algo que ella siempre ha tenido muy claro. No ha sido madre por decisión propia, lo que no le impide disfrutar de su nieto, que ya es casi un adolescente. 

“Desde que era muy pequeña he tenido claro que no quería llevar una vida convencional. Que no quería casarme, ni tener hijos, ni ir el fin de semana a los centros comerciales, de hacer la vida que quizá he tenido a mi alrededor”, dijo en una entrevista para ‘El Economista’. Sin embargo, la llegada de Pedro a su vida cambió algunas cosas. 

Le conoció gracias a Luis Merlo, hermano de Pedro, con quien Maribel estaba trabajando. “Estaba haciendo Canguros con él y leyendo un guion en donde había muchos personajes, que había escrito Pedro. Me enamoré de la pelirroja y le dije que quería hacerlo. Me contrataron, lo hice y ahí me enamoré”, le contó la actriz a Jesús Calleja en su programa. 

El amor le hizo darle el ‘sí, quiero’ al hombre de su vida el 2 de septiembre de 1999. Fue una ceremonia civil que celebraron en un chalet de la urbanización madrileña de La Moraleja, “El Corrijan”. Allí se juraron amor eterno frente a sus 125 invitados, tal y como recogieron los medios entonces. 

Para la ceremonia, la novia lució el cabello recogido y un sencillo vestido blanco, según recuerda ‘Hola’, de manga tres cuartos y detalles de plumas en las mismas, el mismo detalle que se repetía en el bajo, de un largo que dejaba a la vista sus zapatos de tacón, también blancos. Pedro optó por un traje de chaqueta en color azul marino. 

Se casaron apenas un año después de comenzar su relación, una decisión que el tiempo ha demostrado certera, porque la pareja presume de felicidad siempre que puede. "Es la persona que hace que la vida sea mejor, más fácil, más divertida y más de verdad. Es mi marido, mi cómplice, mi mejor amigo, mi amante”, ha llegado a decir la actriz sobre su marido. 

Siempre discretos, han llegado al acuerdo de no pasar nunca más de 15 días sin verse, tal y como reveló la actriz a Calleja. Así, antes de que pase ese tiempo, alguno de los dos acude donde está el otro, aunque ese lugar sea Hollywood, como para una de las últimas películas en las que aparece la actriz.