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El centro de Madrid, tranquilo y soleado en la mañana de este miércoles 1 de mayo, festivo nacional, ha acogido uno de los eventos más esperado de esta primavera para la crónica social patria: la boda de Javier García-Obregón y Eugenia Gil. El hijo de Paloma Lago, sobrino de Ana Obregón, se ha casado este mediodía con su novia desde hace siete años. El enlace ha reunido a ambas familias y las amistades de la pareja, que han ido llegando, posando para la prensa y presumiendo de looks, en las inmediaciones de la iglesia de San Fermín de los Navarros. Pero el evento ha contado con un inesperado inconveniente: el retraso de la novia, que ha llegado casi tres cuartos de hora tarde. ¿Por qué?
El céntrico barrio de Almagro ha ido recibiendo, conforme se acercaban las doce del mediodía, a los invitados el enlace. Entre ellos, por supuesto, la actriz y presentadora, que ha atendido a la prensa a su llegada, revelando que su nieta, Ana Sandra, no ha venido con ella y se ha quedado en casa. También sus hermanos y sobrinos. Tanto el novio como sus padres, Paloma Lago (una de las dos madrinas de la boda) y su exmarido, Javier García-Obregón padre, han contestado también a los medios, mostrándose tranquilos e ilusionados.
Pero conforme han pasado los minutos, se ha generado una cierta inquietud debido a la ausencia de la novia, que se ha preparado para el gran día en un hotel de la capital. Así lo ha explicado 'Socialité', que ha cubierto en directo el enlace, y que ha podido hablar con todos sus protagonistas. Como ha relatado el periodista Arnau Martínez, Eugenia y su madre (la otra madrina), no han llegado hasta pasadas las 12:40. La hora de inicio prevista de la ceremonia religiosa eran las 12:00 y la mayor parte de invitados, incluido el novio, estaban ya presentes un cierto tiempo antes.
A la salida de la iglesia, los ya marido y mujer, que se conocieron hace siete años, se han dejado ver muy sonrientes, besándose y declarando a los medios allí congregados que todo había transcurrido sin complicaciones, pese a la evidente tardanza. Preguntada sobre el motivo de la misma, la psicóloga ha explicado que "siempre llega al límite", pero que "no ha habido ningún problema" y que "todo estaba en los planes y previsto", reivindicando la profesionalidad del equipo que ha organizado el enlace. "Lo bueno se hace esperar", ha asegurado entre risas su ya marido, Javier, que ha reconocido haberse sentido "un poco" nervioso por la tardanza de su novia.
Pero el programa de Telecinco ha podido obtener más detalles sobre el retraso de Gil Muñoz. El mencionado reportero ha podido hablar con el párroco de la iglesia, que ha oficiado la misa nupcial y que ha explicado que la ceremonia ha sido "muy emotiva", con un especial recuerdo a Aless Lequio. Martínez le ha preguntado directamente por el motivo del retraso de la novia, y el sacerdote ha explicado que, aunque no le ha preguntado, la causa ha tenido que ver con "el pelo". "Era un moño, que no quería y ahora está más guapa con el pelo largo que con el moño", ha revelado el cura en relación al look final, con la melena suelta, de la psicóloga, que tiene un máster en Recursos Humanos y trabaja en una importante consultora estratégica.