Sebastián Carvajal recuerda su complicada vida antes de ser actor: "Sacaba borrachos cada noche"

Se ha convertido en uno de los actores latinos de moda gracias a su papel de Joaquín en 'Ana de nadie', pero antes de alcanzar el éxito y el reconocimiento la vida de Sebastián Carvajal era muy diferente y tuvo que trabajar muy duro para alcanzar su sueño. Así lo confesó hace un tiempo cuando empezaba a gozar de cierta popularidad.

El camino para llegar a la actuación no fue para nada fácil. Ni siquiera tuvo claro desde niño que se quisiera dedicar a este mundo. "Desde pequeñito he sido un payaso, he tenido la chispa para bailar, contar chistes, me gustaba todo lo que tuviera que ver con eso, pero cuando salí del bachillerato no tenía ni idea de lo que quería hacer o estudiar así que hice lo que muchos hacen: seguí el consejo de mi papá y entré a administración de empresas para manejar la compañía de zapatos que él tenía en esa época en Venezuela".

Lo que no imaginaba cuando empezó a labrarse un futuro como empresario era que la interpretación se cruzaría en su camino. "Cuando llegué al tercer semestre me metí en el grupo de teatro de la universidad y me volví loco, boté todo a la basura y no volví a las clases". Una decisión que le costó un buen disgusto a su padre, que optó por no apoyarle económicamente. "A los 18 años mi papá me dijo que no iba a seguir desperdiciando la plata en una universidad a la que yo no iba".

Dejó su casa y se mudó a Bogotá para buscar un futuro en la interpretación

Sin embargo, la reacción de su padre no lo amedrentó. Sebastián había encontrado su camino y decidió ir a por todas. "Fui sincero y le dije que me iba de la casa para Bogotá porque quería ser actor y sabía que si quería lograrlo había que estar en la ciudad. Le dije 'me voy y me pongo a trabajar en lo que sea, así sea vendiendo chicles", dijo Carvajal, que aceptó todo tipo de trabajos para poder pagarse sus estudios de interpretación. Empezó lavando platos en un restaurante, luego fue jefe de seguridad de un bar, fue barman e incluso fue entrenador personal. Todo, mientras esperaba que le llegara su gran oportunidad. "Me tocaba sacar borrachos cada noche y al tiempo estudiaba actuación", ha contado en alguna ocasión el actor, que luego recibió la oferta de ser barman de esa misma discoteca. El dueño del local pagó su curso y durante tres años se dedicó a servir cocteles.

Fueron unos años complicados. "De jueves a domingo trabajaba de noche hasta las 6 a.m. y de lunes a miércoles estudiaba actuación. Fueron tres años duros de mi vida y de actuación no había hecho nada más que prepararme". Carvajal estaba agotado y dio otro giro a su vida. "Finalmente dejé el bar porque estaba exhausto y tomé la decisión de ser entrenador, hice un taller de TRX y ahí comencé de nuevo, sin dejar de estudiar actuación, pensaba algún día tendría la recompensa, sabía que llegaría una oportunidad", ha recordado el actor en una entrevista en la que ha relatado que ya entonces había pasado por los talleres de los más reconocidos maestros: Alfonso Ortiz, Tao Sierra y Victoria Hernández eran sus profesores.

Poco a poco empezaron a llegar los papeles, pero su carrera no terminaba de despegar. Sin embargo, todo cambió en 2019 cuando logró el papel del doctor Carlos Pérez en 'Enfermeras'. El éxito de la serie le convirtió en la estrella que es hoy.

No te pierdas el gran final de 'Ana de nadie'

Tras lograr el reconocimiento, el actor ha logrado consolidar su carrera con 'Ana de nadie', una emocionante ficción que está a punto de despedirse de Divinity. La historia de Ana y Joaquín llega a su fin el próximo lunes 26 de febrero a las 18:30 horas con un capitulazo que no te puedes perder. ¿Acabarán juntos los protagonistas de esta gran historia de amor o volverán los amores del pasado? Si quieres descubrirlo, no faltes a tu cita.