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Shakira ha hecho balance de un año que ha supuesto un giro de 180 grados en su vida. La colombiana asume que será muy complicado dejar en olvido los últimos doce meses, donde todo saltaba por los aires tras su ruptura con el padre de sus dos hijos. La artista, en uno de los momentos más “oscuros” que había vivido nunca, anunció a mediados de 2022 su separación con Gerard Piqué tras más de una década de relación.
Lidiar con el fin de su historia de amor, su posterior batalla por la custodia de Milan y Sasha, el delicado estado de salud de su progenitor y sus problemas con Hacienda han marcado inevitablemente su 2022 y le han generado bastante aflicción. Así lo ha querido reflejar en un desgarrador texto que ha compartido la estrella internacional el primer día del año, donde deja entrever cómo está gestionando esta complicada etapa.
“Aunque continúen abiertas nuestras heridas en este nuevo año, el tiempo tiene manos de cirujano. Aunque alguien nos haya traicionado hay que seguir confiando. Ante el menosprecio, seguirse valorando”, redacta Shak, que cree que aún “hay más gente buena que indecente. Más gente empática que indolente. Son menos los que se van y más los que permanecen a nuestro lado”.
“Nuestras lágrimas no son un desperdicio, riegan el suelo donde nacerá el futuro y nos hacen más humanos, para que en medio del desamor se pueda seguir amando”, zanja la cantante, que desea a sus seguidores un 2023 “lleno de paz y esperanza”. Un sonado discurso que ha recibido el apoyo de seguidores y rostros conocidos, como Antonela Roccuzzo o Hiba Abouk, que opina que estas “bonitas palabras” dicen mucho de ella, “de lo generosa, luminosa y especial que eres”.
Shakira tiene previsto empezar de cero junto a sus dos hijos en Miami. El pasado 7 de noviembre, seis meses después de comunicar su separación, el jugador de fútbol y la artista llegaban a un acuerdo por la custodia de los menores.
Shakira podrá cumplir su deseo de abandonar Barcelona y marcharse a Estados Unidos con su familia gracias a que el deportista cedió a su petición. El deportista dio su brazo a torcer en pos de evitar crear un trauma a sus niños en una guerra judicial televisada. En contraprestación, Pique podría cruzar el Atlántico para verlos tantas veces como quiera y los gastos correrían a cuenta de los dos, según pudo saber El País.