Sara Carbonero escribe una dura carta de despedida a Elena Huelva: "Me cambiaste la vida"

Desde que la casualidad quiso que se topasen la una con la otra mientras paseaban por la Gran Vía madrileña, Sara Carbonero jamás soltó la mano de Elena Huelva. Basta con haber seguido a ambas en Instagram a lo largo de este último tiempo para haber sido testigo del fuerte vínculo que unía a la periodista con esta joven luchadora. Tras su muerte con apenas veinte años, muchos se acordaron de la presentadora, conscientes del dolor que le habría producido esta pérdida. Y ella, varias horas después de hacerse oficial, respondió a todo ese cariño con una carta abierta dedicada a Elena.

En ella, Sara no solo manifiesta su tristeza por esta marcha que tanto "duele". También augura cómo se imagina un futuro sin Elena. Y desvela cómo fue su última conversación con ella, su despedida. Pero lo más importante de este texto que publicó a última hora de la noche es la parte en la que plasma cada una de las lecciones que Huelva le dio en vida. Aquí puedes leerlo completo:

"Querida Elena, qué día tan triste, qué vacío tan grande y qué injusta es la vida. Cómo duele…

Aún no me puedo creer que no vaya a escuchar nunca más tu dulce voz, que no podamos intercambiar canciones de madrugada ni disfrutar de todos los conciertos que nos quedaban por vivir.

Hace unos días hablamos por teléfono para despedirnos pero en lo más profundo de mí, tenía la esperanza, igual que tú, de que eso no ocurriera.

Me consuela pensar que te llevas además de un pedazo de nuestro corazón una infinidad de momentos bonitos, de esos que saboreabas como nadie. Porque nunca he conocido a nadie que amara la vida tanto como tú.

Siempre con tu sonrisa, tu gratitud, tu generosidad, tu preocupación por todo el mundo y tus ganas infinitas. Siempre viendo el vaso medio lleno y animando a los demás.

Me has enseñado e inspirado tanto, tanto. Ya te lo dije. Me cambiaste la vida.

Has sido un regalo y te seguiré dando las gracias todos los días por aparecer aquella tarde en Gran Vía. Cuando nos cruzamos y ya no pudimos separarnos.

Ya sabes que no creo mucho en las casualidades pero sí en el destino caprichoso.

Descansa tranquila, mi niña.

Cuidaremos de Emi, tu mitad. Otro ejemplo de amor y de coraje. Le recordaré a menudo lo mucho que la admiro y la gran mujer que es.

Todo estará bien por aquí abajo pero un poco más oscuro.

Porque nos falta tu luz, porque eras faro brillando. Única e irremplazable.

Porque en tus apenas 20 años comprendiste mejor que mucha gente de qué va esto de la vida y nos diste una lección, sin pretenderlo.

Porque hace falta en este mundo mucha más gente como tú.

Dicen que solo muere lo que se olvida. Yo te recordaré eternamente.

Mis niños también. Hicisteis muy buenas migas, les hablaré mucho de ti y de todas nuestras aventuras juntas.

De la amiga más especial y valiente que se puede tener. Te pondré siempre como ejemplo de cómo plantarle cara a la adversidad.

Gracias por todo lo que me has ayudado y enseñado. Ojalá haber tenido algo más de tiempo para bailar.

Te voy a echar mucho de menos.

Nada va a ser lo mismo.

Vuela alto como esas libélulas que tanto nos gustan.

Te quiero muchísimo.

#misganasganan"

El origen de la estrecha amistad entre Sara Carbonero y Elena Huelva

El centro de Madrid fue testigo de cómo surgió esta férrea amistad. Sara se encontró por casualidad con Elena, a la que admiraba por la actitud con la que estaba enfrentando una enfermedad que, desafortunadamente, sufrió en sus propias carnes. "Cruzarme (literalmente) contigo ha sido una de las casualidades más bonitas de mi vida. Brillas entre la multitud y tienes la sonrisa más bonita de toda la Gran Vía. Me alegro muchísimo de haberme dado la vuelta hace unos días y salir corriendo al reconocerte para ir a buscarte. De todo lo que ha venido después", compartía la periodista.

Las dos compartían la misma filosofía de vida: la vida está para exprimirla. Y se entregaron la una a la otra como si fuera un regalo. “Ojalá siempre así, siempre nosotras, siempre improvisando, saboreando cada instante, entendiéndonos sin necesidad de hablar”, le decía la periodista a la joven tras uno de sus encuentros de los que siempre nos hacían partícipes en las redes. Sus encuentros se producían desde en una terraza, en un restaurante o en un hospital. Aunque sus ganas de darse “abrazos sanadores que recargan pilas” siempre eran las mismas.

Tal era su amistad que Carbonero no dudó en viajar hasta la capital andaluza para agarrar la mano de Elena en uno de sus últimos ingresos. Un gesto que la creadora del lema #TusGanasGanan agradeció y valoró. “Sara, mujer y amiga con coraje, te admiro por muchas cosas, ya lo sabes; pero en estos días que has venido me has cedido un poquito de tu coraje y fuerza para continuar, y eso para mí, es de las cosas más bonitas”, escribía sobre la que fue, sin lugar a duda, su persona vitamina en vida.