Nacho Palau asegura estar "muy feliz" en este punto de su vida. Haber estado a punto de perder la vida por un cáncer de pulmón que le diagnosticaron a su vuelta de 'Supervivientes' le ha hecho reorganizar sus prioridades. Ahora lo que quiere es disfrutar de sus hijos, no tomarse todo tan en serio, dejar de preocuparse por el futuro y vivir el presente. Ese en el que le ha tocado volver a sobreponerse después de perder su guerra judicial con Miguel Bosé por la filiación de Ivo, Telmo, Diego y Tadeo y de que su madre recaiga en la misma enfermedad de la que él por fin puede afirmar estar recuperado.
Sobre esta montaña rusa de acontecimientos se ha sincerado en una entrevista para la revista Lecturas. En ella, además de confesar que sigue "muerto de miedo" por que vuelva el cáncer, ha enumerado las secuelas a las que se ha enfrentado hasta hoy, que parece estar prácticamente recuperado de los efectos secundarios del tratamiento.
"Perdí muchísimo peso, estaba flojo. Llegué a pesar 58 kilos y algo. Cuando enfermas, tu cuerpo se queda como un saco de huesos. Sin energía, no podía ni subir escaleras y me faltaba el aire. Al verte tan desvalido y vulnerable, te vuelves totalmente dependiente. Fue duro, me afectó todo muchísimo", ha alegado. A esta debilidad se sumó un importante bajón emocional que ha tratado con terapia y una fulminante pérdida de la voz: "La he recuperado hace dos meses. Estoy con una cuerda vocal solamente, me dijeron que no la recuperaría. No podía ni llorar ni hablar… Fue horrible".
Por el momento, el equipo médico que se ha encargado de Nacho Palau en este intenso último año le ha expresado que está todo en orden, aunque debe continuar con un seguimiento exhaustivo. "Cada vez voy teniendo más confianza, esperando que no me vaya a volver pronto (...). Cuando empiezas a curarte te metes poco a poco en la rueda de inseguridades y miedos otra vez", ha desvelado.
Ahora mismo, sin embargo, lo que ocupa su mente es el estado de Lola, su madre, que asegura que está "fatal, muy mal", ya que el cáncer del que parecía haberse recuperado hace dos años "le ha pegado duro" de nuevo, ahora con setenta años. "Ella es más fuerte que yo. Yo me he frenado y la vida me ha hecho dudar antes que a ella", ha reconocido.