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El aterrador momento que vivió Jennifer Lawrence en un avión: "Pensé que iba a morir"

La actriz Jennifer LawrenceCordon Press
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Jennifer Lawrence estará en San Sebastián para recoger uno de los Premios Donostia como reconocimiento a su talento y trayectoria. La ganadora del Oscar en 2013 por El lado bueno de las cosas, estrena ahora Die My Love, una película en la que, además de protagonista, es coproductora. La actriz es conocida por su espontaneidad y nos ha dejado momentos inolvidables en la alfombra roja o en la recogida de premios.

También se muestra muy honesta a la hora de contar anécdotas, como la del aterrador momento que vivió en un avión que le hizo pensar que iba a morir. Para ella fue una anécdota que la marcó profundamente y que aún recuerda cada vez que sube a un avión. 

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El fallo del avión

Jennifer Lawrence, que está casada con el galerista Cooke Maroney y que fue la mejor pagada del mundo en 2015 y 2016, vivió un terrible episodio en un vuelo que la llevaba desde su ciudad natal, Louisville (Kentucky), a Nueva York. El jet privado en el que volaba sufrió un doble fallo en el motor y se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia. La actriz estaba convencida de que no sobreviviría y entró en pánico. 

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Jennifer Lawrence se sintió culpable

No sabemos cuáles pueden ser nuestros pensamientos si nos encontramos en una situación que puede poner fin a nuestra vida. Jennifer Lawrence confesó que en aquel momento se sintió culpable por volar en un jet privado y pensó que se merecía lo que le estaba pasando: "Pensé que iba a morir en el avión. De hecho, estaba segura de que volar en un jet privado es sinónimo de 'merezco morir'. Me sentí culpable”. También pensó en la gente que iba a sufrir si le ocurría algo malo: "Todo el mundo iba a estar tan triste”. 

La preocupación por su mascota

La actriz sintió miedo por su propia vida y por el dolor que podía causar a sus seres queridos, pero también fue muy impactante para ella darse cuenta de que su perrito, Pippi, volaba en su regazo y pensó que por su culpa iba a morir: “Y, oh, Dios, mi perro Pippi estaba en mi regazo, esa fue la peor parte. Aquí está esta cosita que no pidió ser parte de nada de esto”. También reconoció entrar en pánico cuando se acercaban a la pista de aterrizaje y vio que estaba llena de bomberos y ambulancias preparados para intervenir. En ese momento confiesa que comenzó a rezar: “Pensé, Dios mío, ¿tal vez sobreviviremos a esto? Seré víctima de quemaduras, esto será doloroso, pero tal vez vivamos”.

El miedo a volar

Tras esta experiencia, Jennifer Lawrence comenzó a sentir pánico cada vez que tenía que subirse a un avión. De hecho, como no puede evitar volar a menudo por motivos profesionales, tuvo que recurrir a la medicación para poder afrontarlo: "Una pastilla muy grande y varias mini botellas de ron”.

A día de hoy, para ella sigue siendo un problema tener que viajar en avión con tanta frecuencia, sobre todo cuando está promocionado una película: "En ningún momento llego a relajarme. Estoy ahora mismo ya tensa y con ansiedad pensándolo, la mantengo cuando me subo al avión. Al aterrizar hago más entrevistas y cuando llego a casa es cuando por fin me relajo". Sabemos que entre sus planes está volar a España para recoger el premio que se le entregará en el Festival de Cine de San Sebastián y le deseamos que sea una experiencia lo más relajada posible para que pueda disfrutar de todo lo que Donosti tiene que ofrecerle.