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Marlène Mourreau vuelve a los escenarios: "Los actores mayores, feos y gordos trabajan todos, y nosotras tenemos que hacernos liftings"

Entrevista a Marlène MourreauDivinity
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Treinta años después, Marlène Mourreau (Neuilly-sur-Seine, 1969) retoma su faceta como vedette y regresa a los escenarios. En menos de dos semanas, el próximo 16 de octubre, la artista estrena la comedia musical 'Rêve Cabaret' en el nuevo teatro Espacio Madriz. Una vuelta al mundo de la revista que llega varias décadas después, en las que ha estado centrada en otros desempeños laborales, y que tiene lugar en un contexto y unas coordenadas vitales muy distintas, a las que intenta acostumbrarse tras varias reinvenciones profesionales de éxito.

Modelo, actriz, vedette, miss, presentadora, bailarina, presentadora, empresaria, sex symbol, celebrity y madre de un hijo, la francesa recupera con ilusión su trabajo sobre las tablas, siendo la primera vez que no produce una obra en la que trabaja. Lejos de los papeles que tradicionalmente ha desempeñado en la ficción, de mujer "peligrosa" y que "perturba" los matrimonios, vuelve con una reivindicación de la vitalidad y vigencia de las mujeres de su generación en el ámbito artístico. Hablamos con ella de su vuelta, de la obra, de su situación actual y de cómo sobrevivir en la industria siendo mujer y pasados los cincuenta.

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Pregunta: Háblame del proyecto, ¿cómo surge la idea de este espectáculo?

Respuesta: Estoy en un proyecto muy divertido. Me encontré a una guionista por casualidad de vacaciones en Ibiza, y cuando llegó a Madrid en invierno me dijo que había escrito una obra musical sobre la historia de una vedette francesa que viene de París, arruinada tras haber contratado a una drag queen en su show. Le dije que me enseñase el guion y la música, y desde ahí empezamos a mover y a remover. Claro, yo lo quiero adaptar a mí, mi forma de hablar no es como la de una persona española que lo tiene más fácil, a mí interpretar me cuesta bastante más. Al principio era un monólogo, pero a mí me aburren. Me dije 'Bueno, vamos a hacerlo' y poco a poco metimos personajes: un mayordomo, la drag queen... Hemos puesto bailarines y nos hemos puesto a montar esto.

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Me ha parecido muy divertido y sobre todo muy real, porque yo pienso que hoy en día si no hay más vedettes en España es porque les han quitado el trabajo las drag queens, que lo hacen mucho mejor. Ellas se maquillan más, usan más pelucas, son más exageradas, son muy cómicas, se meten con el públic,o que eso a la gente le encanta que nos metamos con ellos, los saquemos y hagamos chistes. Y luego encima hoy en día una drag queen canta mejor, porque hay algunas que salen en televisión que yo alucino con la voz que tienen. Las vedettes antes eran solo culo y tetas, con plumas, ahora hay que ser mucho más exigentes y hacer muchas más cosas. Muchas se han quedado muy atrás: o es muy pobre, o no es especialmente cómico o suficientemente espectacular. Y también tenemos una edad.

(P) ¿Cómo es eso de volver a los escenarios tras un paréntesis tan largo? ¿Cómo te has preparado?

(R) Llevaba tiempo sin hacer esto, y meterme a este año a aprender a un guion... Uy, madre, yo digo, ¿cómo he podido hacer estas cosas antes sin saber español? Es un trabajo de chinos no, lo siguiente. Llevo meses ensayando, no voy a decir cuántos porque me van a decir que si es tanto no debería hacer de actriz. Pero me ha salido muy bien, y le he puesto mi forma de ser, he acoplado un poco a mí el personaje.

(P) ¿Cómo es tu personaje?

(R) Es una persona mucho más mayor de lo que soy y también tengo que dar marcha atrás y hacer unos recuerdos en el pasado, volver al presente. Debo hablar del mundo maravilloso que fue la revista en los noventa y de que ahora he fracasado por culpa de esta drag queen que me quitó todo. Estoy como con un trauma psicológico, hablando sola e imaginando que tengo público porque me hace feliz. Estoy todos los días borracha con el whisky escocés que es mi único consolador para olvidar mis problemas. Total, que es un drama, pero cómico.

(P) ¿Cómo ves la industria tras tantos años de ausencia?

(R) La he seguido viendo de vez en cuando, pero es verdad que me cuesta ver la televisión porque siempre es lo mismo, la televisión de ahora me aburre bastante, la apago y me pongo a otra cosa, a coser, a decorar.... El mundo artístico no es lo que era hace veinte años. Yo cuando llegué a España trabajé con el director más duro de esta profesión en este país, Chicho Ibáñez Serrador, sin contar que no hubiera llegado hasta aquí sin José Luis Moreno, que también metía caña. Yo he trabajado con lo más duro y ahora, por lo poco que veo y he actuado en algunos programas no hay dirección artística profesional. Eso me asusta mucho porque es algo que hace falta.

(P) Este proyecto es un reto para una mujer de tu generación, ¿te has encontrado con menos oportunidades o con puertas cerradas por la edad?

(R) En España, como en otros países, hay un problema que se llama edadismo y hay muchísimas actrices a las que les cuesta mucho trabajar. Excepto a las que están casadas con productores y el novio las mete en los castings. No entiendo, porque yo soy la primera que quiero ir a un casting pero no me llaman. ¿Por qué sucede esto pasando los cincuenta años? ¿Qué pasa, estamos muertas? Hay algunos papeles de mujer mayor que hay que hacer también.

¿Por qué no nos llaman pasados los cincuenta? ¿Qué pasa, estamos muertas?

Si ves películas siempre se ve a las mismas actrices, parece que no hay más actrices en España. Siempre trabajan las españolas: el cine español es para los españoles, de hecho, por eso no es internacional. Lo que me parece muy raro es que no hay papel para extranjeros o extranjeras o para mujeres que tienen una cierta edad que también tenemos una vida. Los hombres mayores, los feos, gordos, con barba, calvos, esos sí que trabajan todos, pero la mujer... si no estás perfecta a los cincuenta no trabaja nadie. ¿Hay que hacerse un lifting cada diez años?

(P) Dices que has trabajado más vestida que desnuda, ¿te has sentido cosificada? 

(R) Yo en mi vida no me he sentido una mujer objeto, siempre he sido una mujer mandona. Pero es verdad que mi trabajo ha sido trabajar desnuda. Ya cuando era modelo muy joven ya estaba en topless en las revistas, cuando estuve en Miss Francia en 1986 ya estaba trabajando y cuando iba a los castings... Las curvas molestan para entrar en la ropa. Si tienes curvas te prefieren en lencería y en bikini. Al final, como estaba cansada de ser un objeto haciendo de percha intentando entrar en la ropa me dije, 'Bueno, pues voy a trabajar más desnuda, así yo soy el sujeto y no el objeto'.

Para mí, es la diferencia con ser una modelo de de pasarela, que sí está haciendo de percha. Estos días fui a la Fashion Week de Madrid me asusté, dije, 'Madre mía, cómo están las modelos'. ¡Parecía la salida del campo de concentración de Auschwitz! A ver si vuelven a poner mujeres con curvas. Bueno, total, que yo he preferido trabajar desnuda también porque pagaban mejor; gracias a eso me compré mi primera casa a los 19 años y he seguido con un negocio inmobiliario.

(P) Muchas compañeras tuyas han denunciado acoso o haber sufrido situaciones desagradables, ¿te ha pasado?

(R) He tenido acoso efectivamente en la primera parte de mi vida porque es verdad entre los años 80 y 90 te hacían castings bastante raros, bueno, lo que llamaban casting. Luego, aparte, en la agencia te llamaban: 'Mira, tenemos una cena con el productor no sé qué'. Yo después de las ocho de la tarde no tengo que estar saliendo de mi casa. Pero esas cosas existen, hay gente rara, que intenta abusar de ti o que quiere hacer cosas contigo muy extrañas. Como tú eres una chica Playboy, como trabajamos desnudas se creen que somos prostitutas y son dos profesiones completamente distintas.

Tuve que salir corriendo de un casting porque casi me encierran con llave

Donde más he sufrido acoso, fíjate qué cosas más raras, ha sido en París, en castings de cine y películas. Con productores que habían trabajado con Alain Delon o Catherine Deneuve, con las mejores productoras y las más famosas, en oficinas de lujo en los Campos Elíseos, he hecho pruebas en las que no me esperaba que me pidieran desnudarme para un papel de cómica, por ejemplo. Cosas raras. Hice un casting que tuve que salir corriendo a llamar a un taxi porque si no me encierran con llave. He huido muy rápido de todo eso, y cuando llegué a España ya era famosa en Francia, entonces me tenían mucho respeto, aquí ningún hombre me intentó hacer nada como sí en Francia.

¿En qué punto vital se encuentra ahora mismo Marlène Mourreau?

Me encuentro en una fase muy, muy sola, pero siempre me ha gustado estar sola, desde pequeña. Yo he tenido una niñez que siempre he estado encerrada en mi habitación, me gustaba crear, como soy un poco artista siempre he hecho pintura, manualidades... Me gusta estar sola con mi musiquita y tal. Es verdad que he tenido una vida... con todo el mundo del espectáculo y todo eso... Y luego he tenido un niño, he cuidado a mi hijo dieciocho años, y como él se ha hecho actor tan pronto vivo sola otra vez.

Ahora vuelvo un poco a esa esencia de hacer mis cosas en mi casa, mis manualidades, me gusta coser, hacer mis vestidos, decorar, inventar cosas, pintar... Pero te digo una cosa, es más difícil saber vivir sola que vivir acompañada. La gente se cree que hay salir siempre a ver a los amigos y no sé qué, y al final te das cuenta de que una persona que sabe vivir sola tiene mucho más responsabilidad y mucho más fuerza interior que una persona que no puede vivir sin estar con alguien. Me costaría vivir en pareja ahora, yo no quiero aguantar ningún cerdo por un trozo de chorizo.