Así es Sheila Ebana, la madre de Lamine Yamal: discreta y alejada de la fama

El deportista tiene en su madre el mejor ejemplo de trabajo duro y esfuerzo, ella nunca se rinde
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Lamine Yamal se ha convertido en uno de los hombres del momento, gracias a su carrera profesional y su éxito deportivo, pero también gracias a algunas controversias, como todas las relacionadas con la fiesta que organizó para celebrar su mayoría de edad.
Sus relaciones sentimentales también han protagonizado noticias, y no solo la que mantiene con la artista internacional Nicki Nicole, también las anteriores fueron analizadas al detalle, incluso cuando ambas partes implicadas eran menores de edad. Su actitud y sus comentarios en ocasiones han sido aplaudidos y, otras, afeados, casi tanto como las apariciones que suele hacer su padre, a quien en ocasiones se le acusa de intentar rascar algo de la fama de su hijo.
Mientras que el padre de Lamine Yamal es bastante conocido, su madre destaca por ser una persona discreta, que apoya a su hijo mientras le da su propio espacio para crecer y aprender por su cuenta, por lo menos públicamente, pero ¿cómo es en realidad Sheila Ebana?
Sheila Ebana, la discreta madre de Lamine Yamal
Originaria de Guinea Ecuatorial, emigró a España cuando era adolescente en busca de un futuro mejor y con 21 años dio la bienvenida a su hijo Lamine, que hoy en día es una promesa del fútbol, aunque llegados a este punto de su carrera, siendo candidato al Balón de Oro y habiendo estado a las puertas de ganarlo, bien se podría decir que es más que una promesa.
Sheila se estableció en Cataluña, que es donde nació su hijo, fruto de su relación con Mounir Nasraoui, una historia de amor que acabaría tres años después. Ella siempre tuvo claro que rendirse no era una opción y por eso siempre ha puesto toda la carne en el asador para conseguir sacar a su familia adelante. Comenzó a trabajar como camarera en un McDonald's de Mataró, y allí estuvo hasta que consiguió que le trasladaras a Granollers, algo necesario para que su hijo pudiera entrenar en el CF La Torreta.
Sheila es clave en la vida de Lamine, no solo por ser su madre y colmar de amor y cariño, también porque para él ha sido todo un ejemplo de trabajo y esfuerzo. Ella siempre se ha esforzado para que su hijo pudiera tener las mejores oportunidades y no tuviera que renunciar a sus sueños, algo que Yamal parece tener más que claro.
Tras su éxito, el joven quiso devolverle a su madre una parte de todo lo que ella le había dado, “Le pregunté a mi madre qué zona quería para comprarle la casa que ella quisiera”, explicó en Dazn. Allí también contó que su madre siempre había querido que estudiara, pero que eso no era para él, “Le dije que iba a prepararme para el entrenamiento de la tarde, que si me centraba sería futbolista. Me echó mucha bronca durante mucho tiempo, pero llegó un momento en que me entendió”.
La madre de Lamine prefiere mantenerse alejada de la fama, a pesar de que en sus redes sociales no deja de ganar seguidores. Ahora, con 35 años, vive en el Maresme junto a su pareja y su hijo Keyne, que nació en 2022 y que es el ojito derecho de su hermano.