La larga historia de amor de Silvia Abril y Andreu Buenafuente: de su original flechazo a su vida familiar

La pareja, además de ser una de las más queridas de la pequeña pantalla, ha construido una historia de amor marcada por la complicidad y la estabilidad
El momento actual que atraviesan los dos comunicadores se ha convertido en portada de las revistas del corazón esta semana
Silvia Abril y Andreu Buenafuente llevan casi veinte años juntos. La pareja, además de ser una de las más queridas de la pequeña pantalla, ha construido una historia de amor marcada por la complicidad y la estabilidad después de atravesar diferentes etapas personales y profesionales. Su relación, que comenzó de una manera tan inesperada como si fuera de película, se ha convertido con los años en un ejemplo de cómo el amor puede mantenerse firme frente al paso del tiempo. Hoy, ambos continúan viviendo su vida familiar en Barcelona junto a su hija Joana en su casa situada en El Maresme. Te contamos todos los detalles de su historia de amor.

Cómo se conocieron Buenafuente y Silvia Abril
El origen de su historia de amor se encuentra en un plató. Silvia Abril participaba en el programa de Andreu interpretando a uno de sus personajes más conocidos, la Niña de Shrek. Aunque él ya había sentido cierta simpatía por la actriz, el flechazo llegó en un momento muy concreto. Tal como ha contado el presentador, hubo un instante en el que Silvia, aun caracterizada, le lanzó una mirada diferente. Esa mezcla entre el humor y la naturalidad llamó por completo la atención de Andreu, lo suficiente como para que ambos empezaran a conocerse mejor fuera de las cámaras.
Después de aquel encuentro, comenzaron a hablar con frecuencia y a quedar fuera del entorno laboral. Las conversaciones se alargaban hasta altas horas y la conexión entre ellos crecía con rapidez. Según ha contado el propio Buenafuente, fue él quien dio el paso decisivo al confesar que sentía algo por ella, un gesto que abrió por completo la puerta a una relación que acabaría marcando sus vidas. Desde entonces, se volvieron inseparables.
Dieciocho años de amor, una boda secreta y el nacimiento de Joana
La relación fue avanzando de manera natural hasta consolidarse del todo. En 2012 llegó su hija Joana, un acontecimiento que transformó su manera de ver la vida. Buenafuente ha explicado en varias ocasiones cómo la llegada de su primera hija le dio un saber vivir y una perspectiva más tranquila sobre cómo llevar el día a día, algo que tanto él como Silvia abrazaron desde el primer momento.
Cinco años más tarde, en 2017, decidieron casarse. Lo hicieron en una ceremonia civil celebrada en el Ayuntamiento de Barcelona y oficiada por Ada Colau, alcaldesa de la ciudad en ese momento. La boda se llevó a cabo con absoluta discreción y casi sin detalles filtrados, aunque tiempo después se supo que Concha Velasco fue una de las invitadas que más disfrutó del enlace. También salió a la luz que los novios rompieron con el protocolo habitual: él acudió en mangas de camisa y Silvia eligió un mono de flores en blanco y negro en lugar del clásico vestido nupcial.

A lo largo de estos años, el público ha podido verlos compartiendo proyectos profesionales, destacando especialmente cuando fueron presentadores en los Premios Goya de 2019. Su química sobre el escenario, el humor y la naturalidad con la que se desenvolvieron mostraron que la complicidad entre ellos trasciende cualquier ámbito. Después de más de dieciocho años juntos, Silvia Abril y Andreu Buenafuente llevan una vida familiar estable y discreta en su casa de Barcelona. La pareja ha optado por una rutina alejada de los medios de comunicación, centrada en su hija y en el bienestar de su hogar. Para ambos, la prioridad es disfrutar de un ambiente tranquilo jutno a su hija, donde el ritmo laboral no eclipse su vida privada, y dejar su faceta mediática solo cuando sea preciso por cuestiones laborales.
