La mansión en Bel- Air que Elizabeth Taylor compró en 1981 y donde vivió en soledad sus últimos años de vida se ha puesto a la venta por 8,6 millones de dólares. Su hijo, Christopher Wilding, afirma que era el punto de reunión familiar, especialmente en Acción de Gracias y Pascua. "A ella nunca le pareció divertida la idea de mudarse", ha explicado Christopher.
La casa tiene aproximandamente 650.321 metros cuadrados, rodeados de unas 1,27 hectáreas de follaje. Y antes de pertenecer a la actriz de los ojos violetas, fue propiedad de Nancy Sinatra.
En su interior, los muros están vestidos con obras de Van Gogh, Degas, Renoir y Pissarro. Y los muebles, decorados con orquídeas, fotografías familiares, premios y objetos personales.
En el exterior se encuentra un jardín inglés, un estanque koi con cascada, un invernadero y una exuberante 'selva' de bambú y palmeras. Su hijo ha destacado el gusto de la artista por los contrastes y que en eso se basaban sus decisiones con respecto a la decoración de la mansión.
En la primera planta, a un amplio salón le sigue una sala de estudio y un comedor. Todas estas estancias tienen acceso a la terraza y la piscina de mosaicos. El dormitorio principal, con techos altos y paredes tapizadas, abarca una gran parte de la segunda planta y tiene vistas copas de los árboles de la ciudad. Para su venta, han creado una página web donde se especifican todos los detalles.