Los concubinos de Madonna toman la palabra

CARLOS OTERO 09/12/2010 17:05

El síndrome de Marujita Díaz, Bárbara Rey o Sara Montiel, el de la estrella tullida que busca argumentar que su pubis sigue siendo un vergel a través de jovencitos de origen humilde no conoce fronteras. Los últimos novios de Madonna, embajadora actual del síndrome, buscan con ansia su lugar bajo los focos. Como hicieran Dinio, Frank Francés o Tony Hernández, los dos últimos efebos de la ambiciosa quincuagenaria conceden ya sus primeras entrevistas en solitario.

El primer postadolescente que Madonna albergó en su lecho tras su divorcio del cineasta británico Guy Ritchie copa la portada de la revista neoyorkina 'Page Six'. Esta publicación, editada por el prestigiosísimo New York Post, le ha ofrecido hacer un editorial de moda y publicita la exclusiva con el eslógan “La vida después de Madonna”.

El modelo, que aún no había nacido cuando Madonna ya tenía cuatro discos en el mercado, habla de su vuelta a la soltería. ¿Qué hace el juguete sexual de una madurita cuándo ésta se cansa? Pues está bien claro, volver al mercado. “Hay muchísimas mujeres guapas en Nueva York. Es genial porque hay mezcla de culturas y etnias”, declara. Ejercer de padre putativo de los dos hijos biológicos de Madonna y de los dos adoptados ha hecho mella en el joven brasileño: “Por su puesto, quiero casarme y tener hijos en algún momento de mi vida”.

El modelo evita mencionar a la empresaria de gimnasios y deja claro que “Nadie me ha regalado nada. Aunque tengo muchos contactos, he tenido que trabajar mucho para llegar a donde estoy ahora”. Que cada uno opine lo que quiera...

El actual padrastro de Lourdes María también ha realizado sus primeras declaraciones a la prensa, aunque de momento se tiene que conformar con hablar de su pareja y no de sí mismo. Brahim Zaibat, de 24 años, confirma que “Madonna no es un monstruo”. El bailarín francés, 27 años menor que la estrella, aclara: “Es una mujer como cualquier otra, es increiblemente famosa pero es una mujer por encima de todo”. Todo un ejercicio de reflexión filosófica, está claro que Madonna no se fijó en su intelecto.

En declaraciones a la edición francesa de la revista Grazia, el joven declara que sus amigos “vienen a mi casa a hacerse fotos con mi madre y a ver si se enteran de algo”. Y es que estar con Madonna ha debido converir a Zaibat en el rey de sus contactos del Tuenti, o de la red social adolescente que proceda.

Mientras sus niños juguetean con los periodistas y los flashes, Madonna se centra en su faceta como empresaria de gimnasios. Tras la presentación mediática de su “Hard Candy Fitness Club” en Mexico D.F., la estrella tuvo que retrasar 24 horas su apertura al público porque no tenía los permisos.

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