Elsa Pataky sufre con sus hijos las consecuencias de las inundaciones en Australia

Miles de australianos se vieron obligados a dejar sus casas ante las lluvias torrenciales que han causado la muerte de ocho personas e inundaciones récord en la zona este del país, con casas y carreteras cubiertas de agua. Si bien este temporal ha afectado a varias regiones del país, ha sido en el estado de Queensland donde se han registrado estos fallecidos, mientras que otras tres personas aún continúan desaparecidas. Brisbane, su capital, y las ciudades de Gympie y Maryborough se han visto particularmente afectadas por estas precipitaciones.

Las autoridades del país han manifestado su preocupación por si la crecida de los ríos agrava aún más esta situación. En este contexto, Elsa Pataky y Chris Hemsworth, que se mudaron al país natal del actor en 2015 para alejar a sus hijos de la presión mediática que sufre el matrimonio al ser personajes públicos, están sufriendo los efectos de esta complicada situación meteorológica.

La actriz y su hija tenían que abandonar su todoterreno y cruzar una riada a pie en un intento fallido de llegar a la escuela. “No creo que llegue hoy”, asumía su realidad Elsa, que se grababa empapada y con el agua por las rodillas como consecuencia de estas copiosas lluvias.

Byron Bay es el punto de la costa australiana que el matrimonio escogía para asentarse y criar a sus tres hijos, India, de siete años, y los gemelos Tristan y Sasha, de cinco. La zona está muy cerca de Brisbane, a tan solo una hora y media en coche, y a unos 800 kilómetros de Sídney.

Un auténtico paraíso al lado de la playa, rodeado de palmeras y vegetación, donde el matrimonio ha integrado su mansión, situada en un terreno de más de cuatro hectáreas. Es precisamente el amor por la naturaleza lo que les animó a construir aquí su vivienda. El lugar está lleno de vegetación y agua, fundamentales para ellos.

"En Byron Bay nos sentimos como gente normal y eso es genial", contaba la española en una entrevista. "Tratamos de ser gente normal y de poder estar con nuestros hijos en un lugar donde no haya fotógrafos ni gente persiguiéndonos", intentaban con esta decisión proteger su intimidad y huir de las miradas indiscretas. "Vivimos en un lugar en medio de la nada, así que ya no tenemos ese problema. Y eso es justo lo que queríamos".