No es la primera a la que le ocurre. Ya son muchas las tendencias que en su primera aparición en público horrorizan y, años más tarde, cuando vuelven a recuperarse fascinan a todos los que las criticaron en un principio.
Esto es lo que le ha pasado a Soraya Arnelas. Desde que se celebraron los American Music Awards, el público no ha dejado de adular los cambios de vestuario de Jennifer López y, en especial, su trepidante actuación, vestida cual vedette, con un tejido que simulaba su piel, revestido de cristales. Y mientras, Soraya, apretando los dientes.
Pero después de repasarse en las revistas de la semana los estilismos de las celebrities ha tenido que publicarlo. ¿A través de qué medio? Pues de Twitter y Facebook, fieles pregoneros de opiniones y cuna de nuevos seguidores.
Conclusión: Soraya pide al pueblo español que se valore más el producto nacional y argumenta que todo lo que viene de fuera se valora más. Aquí tienes el texto que ha redactado la perla de Extremadura en Facebook:
Y es que su traumático paso por Eurovisión en 2009, en Moscú, le ha dejado más secuelas de la que se podrían esperar. Su tema ‘La noche es para mí’, no sólo quedó en vigésimo tercer lugar (penúltimo puesto), empatada con Lituania, con 23 puntos, sino que su actuación formó parte de otro ranking en el que, por cierto, consiguió una posición mucho más digna: el de los peores vestidos de la gala.
La lista del Premio Barbara Dex surgió en 1993, en honor a la participante belga de mismo nombre que lució el que ya se ha bautizado como ‘el peor estilismo de la historia de Eurovisión’. Desde entonces, se entrega cada año el galardón a los vestidos más horribles.
Soraya consiguió quedar en 13ª posición, entre 42 participantes, con su ‘recreación del cielo’. El vestuario, diseñado por Juan Pedro López, consistía en un mono que actuaba como segunda piel con 10.000 incrustaciones de cristal y pailletes morados de diferentes tamaños.
Le llovieron críticas a mansalva, por hortera, patinadora, incluso aburrida. Todos coincidían en que la elección no había sido para nada acertada porque no resaltaba su figura, incluso achacaron la penúltima posición al mal gusto a la hora de elegir vestuario para un evento de esas características.
Sin embargo, cuando Jennifer López decidió ponerse un modelito muy parecido al de Soraya en la última gala de los AMA el mundo se rindió a sus pies. El estilismo se ganó los calificativos de sexy, elegante, espectacular, maravilloso y provocativo. En definitiva, aplaudieron que marcara su figura al detalle, y aseguraron con euforia que les había encantado.
La vida de las tendencias es así de dura, si no que se lo digan a los que criticaron los pantalones por dentro de las botas llamando ‘jinete’ al que los llevaba, o a quienes, después de alabarlas, de repente han decidido que las ochenteras hombreras han dejado de molar. ¿Lógica? No señores, se llaman ‘modas’.
La respuesta, no. La foto que ha colgado en su perfil de Facebook no es del todo una representación de la realidad. No sabemos si a propósito o no, Soraya se ha centrado en mostrar la parte de arriba de su vestido, que efectivamente se parece al de Jennifer López (más que nada porque es un mono con piedras brillantes), pero se olvida de mostrar la parte de abajo, en la que el outfit de Soraya cambia completamente. Ella dice que es prácticamente igual y que su amigo, el diseñador Juan Pedro es todo un visionario pero en ambas cosas se equivoca.
Su vestido de Eurovisión, guste más o menos, se ve que es una pieza hecha con mucho cuidado pero no es una revolucionaria creación de alta costura. La propia Britney Spears llevó uno parecido en el vídeo de 'Toxic' y todas las patinadoras del mundo tendrán un par como estos en sus armarios. Quizás Soraya tenga razón con que lo español no se valora lo suficiente en casa, pero las formas parecen no haber sido las más adecuadas.