Puyol, ¿pero cómo se te ocurre?

DE AMARILLO Y DE CORTO.- Carles Puyol puso la nota de color en la Gala de la Liga de Campeones celebrada este jueves en Mónaco. El capitán culé sorprendió a todos los allí presentes (gente trajeada y con más o menos elegancia) al aparecer con bermudas de cuadros y polo amarillo, el uniforme ‘de calle’ que usó el Barça durante su gira veraniega. En medio de tantos tono oscuro su atuendo no pegaba lo más mínimo y, por supuesto, causó comentarios como el de Piqué, que rápidamente escribió en Twitter: “Qué elegancia el @Carles5puyol en la gala del Sorteo de Champions”. Su amigo y compañero se justificó diciendo que es como mejor se sentía, “con el escudo del Barça en el corazón”. Su argumento fue bueno pero aún así su atuendo no dejó de ser poco acertado. El del Barça falló pero desde Divinity tenemos que decirle que no se preocupe: estas cosas pasan en las mejores familias. ¡Hasta en las reales!

BLANCA COMO LA NOVIA.- Si pensamos en una salida sonada de protocolo, a cualquiera le viene Pippa Middleton a la cabeza. La hermanísima de la princesa Catalina vistió un vestido largo blanco de Alexander McQueen en la boda real británica. Hubo mucha duda al respecto. ¿No decían que no se podía ir de blanco a una boda? El protocolo dice que “nadie a excepción de la novia puede llevar un vestido blanco, en cualquiera de sus tonos, en una boda”, pero en este caso se barajaron varias explicaciones. Podía ir así para combinar con los niños que acompañaban a la novia, podría ser un guiño de su hermana por haberle ayudado a volver con Guillermo tras su ruptura o simplemente que el color no fuese tan blanco, sino blanco roto. Sea como fuere, ese día Pippa se salió.

LETIZIA, ROMPIENDO MOLDES.- Siempre que puede (y no son muchas veces), la princesa de Asturias hace una llamada de atención. O interrumpe a su prometido cuando está hablando ante la prensa el día de su pedida de mano o regaña a unas niñas en medio de una visita oficial o se pone un pantalón cuando la norma manda ir de falda. Fue el día de la Fiesta Nacional de 2010. Letizia vistió un pantalón gris de talle alto haciendo caso omiso del protocolo. Éste dice: “Los hombres deben llevar traje oscuro; las mujeres, traje corto, y los militares, gala modalidad”.

¿PERO SE PODÍA IR DE LARGO?.- Nadie puede negar que Rania de Jordania iba elegantísima el día de la boda de Letizia Ortiz y el Príncipe Felipe. Pero tampoco nadie puede negar que Rania falló en protocolo. Dice la norma que a las bodas de mañana no se puede ir de largo y la Reina de Jordania se la saltó a la torera. El día del lluvioso enlace, se puso una falta de Givenchy con una camisa color marfil. Por si esto fuera poco, apareció sin pamela como mandaba la invitación.

EL COMENTADO ESMOQUÍN DE CARME.- A la ministra Carme Chacón le llovieron críticas por todas partes el día que se puso un esmoquin negro con camisa blanca para asistir a la Pascua Militar. La etiqueta para esta gala obliga a las mujeres a llevar vestido largo. Está claro que Carme no se ciñó a ella. Recibió comentarios de todo tipo. Algunos dieron que su atuendo era “penoso”, pero también hubo quien dijo que le dio un aire fresco al acto.

DE AMARILLO AL CINE.- Desde el día que Molière muriera sobre el escenario vestido de amarillo mientras interpretaba su obra ‘El enfermo imaginario’, se pactó que el amarillo era el color de la mala suerte. Sobre todo en lo que a las artes escénicas se refiere. Burlando esta norma no escrita, Bimba Bosé vistió en amarillo bien chillón en la Gala de los Goya 2010. No es que se saltase ningún protocolo, pero de su traje de David Delfín no convenció demasiado.

DE LA NEVERA AL CUERPO.- No hay protocolo que diga nada sobre la carne en la ropa porque, antes de hacerlo Lady Gaga, nadie había usado piezas de solomillo para cubrir su cuerpo. En la gala MTV del año pasado, la que luego se llevó un premio por su estilo apareció vestida con productos que más que de su vestidor salieron de su nevera. Hubo críticas y ella salió en su defensa. Dijo que su intención era hacer una reivindicación porque ella no es ningún trozo de carne. ¡Ahí queda eso!