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Después de once años juntos, Iker Casillas y Sara Carbonero han puesto punto y final a su relación sentimental. Tras los rumores que comenzaron el pasado verano sobre una posible crisis en el matrimonio, ambos lanzaba hace unos días un comunicado conjunto a través de sus redes sociales para contar que su "amor de pareja toma caminos distintos". Fruto de esta relación, que comenzó con el famoso beso en el Mundial de Sudáfrica, han nacido Martín y Lucas. Y ellos son precisamente el motivo por el que la periodista y el exfutbolista seguirán juntos "en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados". Recordamos cómo ha sido su idílica historia de amor:
Pero, ¿cómo empezó su historia de amor? Sara Carbonero comenzó su andadura profesional en la radio, donde antes de acabar la carrera fue contratada. En 2009 fichó por Telecinco, como redactora y presentadora de los deportes, y su primer trabajo fue cubrir como reportera la Copa Confederaciones de fútbol de Sudáfrica. Luego, fue nombrada presentadora de deportes de la primera edición de Informativos Telecinco. Ese fue en el momento en el que Sara comenzó a ‘colarse’ en nuestras casas. Cada vez su imagen se fue haciendo más conocida y la gente se preguntaba quién era esa chica joven y profesional que contaba la última hora de la jornada deportiva en Telecinco.
De su vida personal sabíamos poco. Mantuvo una relación con David Sánchez, periodista deportivo de la cadena COPE que antes había estado trabajando en Marca, donde Sara hizo sus prácticas. Parece ser que su aparición en televisión impactó también a un espectador muy especial: Iker Casillas. Se cuenta que el jugador del Real Madrid, por aquel entonces, comenzó a mandarle cestas y ramos para conquistar a la joven periodista. Poco después la prensa pilló a Sara saliendo de la casa del jugador y, como era de esperar, comenzaron a hacerse más intensos los rumores sobre un posible romance. Pero lo cierto es que tanto el guardameta como la periodista deportiva eran muy discretos en su vida privada y en su trabajo, y no confirmaban ni desmentían.
Todo cambió en el Mundial de Sudáfrica de 2010. Durante los partidos y debido a los iniciales malos resultados de la Selección Española, Sara fue muy cuestionada. Ya todo el mundo conocía que mantenía una relación con Iker y muchos le acusaban de ser la distracción del portero madrileño. Pero lo que sucedió nadie lo podía esperar y todo dio un giro de 180º cuando España se hizo con el triunfo.
Así, en la celebración, Iker quiso dejar claro que su chica le había aportado mucho y había llegado hasta ahí, también, gracias a ella. Tras hacerse con la copa, a Sara le tocó entrevistar a su chico. “¿Qué te voy a decir a ti?”, le respondió Iker. “Pues que me digas cómo estás, cómo te sientes”, añadió ella. “Nos lo hemos merecido de principio a fin y se lo agradezco a mis padres, mi hermano y a ti”, le contestó el futbolista mientras le daba un beso que dio la vuelta al mundo.
Y esa imagen se convirtió en parte de nuestra historia. Así, juntos comenzaron una bonita relación que dura hasta ahora. Aún así, los principios no fueron fáciles. Sara era analizada y criticada por todos los comentarios que hacía sobre el equipo de su chico durante los Informativos. La periodista supo cuál era su papel y nunca entró en ningún juego.
En 2015 Sara dejó claro que para ella lo más importante es su familia y decidió pedir una excedencia para acompañar a Iker hasta Oporto, donde él había fichado como guardameta. Pero a principios del 2019 le dieron una de las peores noticias: le habían encontrado un tumor en uno de sus ovarios.
Sara decidió compartir la noticia a través de su perfil de Instagram, donde también contó que ya había sido operada y que se encontraba descansando, junto a los suyos. Los mensajes de ánimo y apoyo no cesaron en su cuenta personal. Porque la familia Casillas-Carbonero no estaba pasando por sus mejores meses; en mayo Iker sufrió un infarto después de haber notado un fuerte dolor en el pecho en un entrenamiento.
Sara estuvo todo el tiempo a su lado y fue una pieza esencial e importantísima en la recuperación del jugador. Además de apoyarse entre ellos y haber conseguido una sólida relación, Carbonero ha encontrado su ilusión en sus dos hijos; Martín y Lucas -de seis y cuatro años- y en esa nueva vida que comenzaron lejos de los focos y cerca del mar.
El mismo día que estaba realizando la mudanza con sus pertenencias para llevarlas a la casa familiar que tienen en La Finca, el portero realizaba unas declaraciones que desataron después todo tipo de especulaciones sobre su matrimonio. "No he estado todo lo que debería al lado de Sara", confesó. Poco después se hizo público que el futbolista se había comprado, solo a su nombre, una propiedad en el paseo de Rosales, cerca de la zona de Moncloa. "Todos mis amigos viven en Móstoles y Fuenlabrada y desde allí hay salida directa a la carretera de Extremadura", explicó en aquel momento.
Y a raíz de estas declaraciones, muchos medios aseguraron que la pareja ya hacía vidas separadas tras su vuelta de Oporto y que vivían en distintas casas. Ni Sara Carbonero ni Iker Casillas quisieron afirmar ni desmentir estas informaciones. En los últimos meses les hemos visto juntos en varias ocasiones. La periodista era hospitalizada por una intervención de urgencia y abandonaba la clínica junto al que, hasta ese momento, era su marido. En este vídeo puedes recordar su última aparición pública antes de anunciar su separación. La pareja comió junto a Isabel Jiménez en un restaurante de Madrid y después se fueron por separado:
La revista Lecturas confirmaba en exclusiva que la pareja ya hacía vidas separadas y que sus familiares y amigos eran conocedores de la noticia. Esa información dio lugar a especulaciones y rumores que la pareja zanjaba días después. Con una fotografía en blanco y negro donde se les puede ver juntos, Sara e Iker lanzaban un comunicado para explicar que su amor de pareja "toma caminos separados".
"El respeto, el afecto y la amistad permanecerán siempre. Nuestra prioridad es, desde el cariño y el compromiso, compartir el bienestar y la educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un entorno estable y saludable", aseguraron a través de sus redes sociales. La pareja daba por terminado así cualquier tipo de especulación y detallaban que había sido una decisión "meditada y de mutuo acuerdo".