La venganza de Asli: Dispara a Cüneyt tras descubrir que fue él quien tiroteó a su hermano

  • Ferhat descubre que el marido de Vildan ordenó matarles

  • Idil actúa antes que Yeter para evitar el desastre

Ferhat está muy cerca de la verdad. Y un mensaje le da la pista definitiva. Unos billares pueden ser el lugar de reunión de los pistoleros que les atacaron pero el hombre escapa y Cüneyt desaparece del local en el momento justo.

Sin embargo, un nuevo golpe de suerte le da la clave. Una simple tiza de billar que se cae de la ropa de Cüneyt pone en alerta a Ferhat que convencido de que oculta algo, regresa al billar y descubre que él es quien está detrás de su intento de asesinato. Furioso regresa a casa pero no llega a tiempo. Asli descubre que Cüneyt la secuestró y disparó a su hermano y le tirotea.

Yeter pone contra la espada y la pared a Idil

Después de descubrir la verdad, Yeter decide enfrentarse a Idil. "¿Creías que no se iba a saber? Estar una noche en la cárcel me ha sentado bien. He pensado en algo que las dos sabemos. Una mujer tan enamorada de su futuro marido, con un hijo en su vientre, por qué iba a hacer algo tan peligroso solo por complicarle la vida a alguien. ¿Y si hubieses abortado antes?", le dice. El silencio de Idil la delata. "Fuiste allí a abortar hace mucho tiempo. Sigues resistiendo pero esta será tu última batalla. Veremos qué pasa cuando Namik se entere".

Desbordada por la situación y temiendo de perder todo aquello por lo que lleva años luchando, Idil busca una salida rápida. Idil se adelanta y cuenta que Yeter amenazó a la doctora para que diera esa perversa versión que podría destrozar a Namik.

Yigit protege a su hermano

Aunque su primer impulso fue contarle la verdad a Ferhat, Yigit comprende que descubrir que Namik es su padre puede destrozarle. Es su hermano y su deber es protegerle de todo aquello que pueda causarle algún daño. Sorprendido, Ferhat recibe emocionado las palabras del fiscal, que por primera vez en años le llama hermano. Los problemas parecen haber quedado atrás. "No pude hacer daño a ese hombre tan fuerte con un mundo interior inocente y escondido cuyos recuerdos quedaron en su infancia. Qué le diría. Podría decírselo pero dejar a Ferhat el niño sin un silbido en los labios y sin amor en el corazón sería un pecado. No le arrebataré a sus hermanos ni a su padre", confiesa Yigit a Asli.