Divinity se viste de luto para dos finales de temporada muy lacrimógenos

Cristina Rodríguez Izquierdo @crisrodriz 24/10/2012 12:43

En el arte del saber morir reside la magia de una gran secuencia dramática, es el golpe de guión perfecto si se sabe matar al personaje adecuado, un final sorprendente que puede provocar odio y amor a partes iguales. Matar a un personaje es siempre una decisión arriesgada. Es difícil, o casi imposible, pretender que los mismos actores que comienzan incrédulos del éxito la serie, aguanten 10 temporadas en el mismo sitio. Añadir ceros a las nóminas ayuda bastante para conseguirlo…pero si el personaje plantea dudas, el guionista lo tiene claro: hay que cortar por lo sano. Sin embargo, ¿cuándo es acertada la muerte como vía de escape?

En ‘Anatomía de Grey’ ya se han acostumbrado a las muertes y como expertos fulminando personajes, (recordad el tiroteo de la sexta temporada), el final de la octava promete #berrincheentodaregla. Atentos a vuestras pantallas porque no será la única serie Divinity que acabe con todas las existencias de kleenex del país.

Ríos de sangre correrán por Wisteria Lane. Una muerte se avecina en la ‘urba’ de ‘Mujeres Desesperadas’ y será tan lacrimógena y dramática que dejará a la electrocutada Eddie a la altura del betún, pero…¿qué se puede esperar de una serie narrada por el espíritu atormentado de una vecina suicida? Si es acertada o no, tendréis que decidirlo vosotros mismos. El miércoles 23 de Mayo que todo el mundo saque el luto del armario, saldremos de dudas e iremos de funeral.

Los guionistas, a veces también se equivocan y precipitan muertes que nunca debieron llegar, caso del querídisimo Denny en ‘Anatomía de Grey’, personaje que supo ganarse el amor incondicional del público en apenas 5 episodios. Su muerte, una embolia mientras sonreía feliz por haberse prometido a Izzie, dejó corazones partidos en todo el mundo. Una historia de amor inacabada es el recurso más viejo del dramón, y aquí Shonda Rimes, creadora de la serie, y cía, se equivocaron de pleno. Fue tal el revuelo que se armó entre el público de la serie, que no tuvieron más remedio que rescatar a Denny de entre los muertos para colaborar en temporadas posteriores. Lo que comenzó como una ‘aparición estelar’ se terminó convirtiendo en una costumbre y Denny volvió a la serie en la temporada cinco, a modo de alucinación sintomática de un grave cáncer…¿de quién?, de Izzie, su prometida. ¡Ay Shonda!, tú sí que sabes proporcionarnos buenos disgustos…

Al final de esa misma temporada, otro personaje, esta vez un habitual querido e idolatrado, abandonaba la serie de ‘motu propio’ y Shonda le preparó una muerte a su altura, una señora muerte. George, el pequeño O’Malley, moría como un héroe al salvar a una chica de morir atropellada por un autobús. Sus últimos segundos en la serie fueron de vértigo. Su marcha de la serie estaba más que anunciada y aunque su muerte no pillo de sorpresa a nadie, el capítulo fue uno de los mejores de la serie. Sin duda este es un caso de MUERTE ACERTADA.

Sin embargo, no siempre hace falta crear polémicas para resucitar personajes, hay series en las que directamente la trama es esa: matar, llorar, enterrar, llorar, resucitar, llorar y ser felices. ‘Entre Fantasmas’ acaba con el amor de Melinda para, tiempo después, reencarnarlo en el cuerpo de otro. Imaginad las delicias que haría una cosa así en la mente de un guionista, esas mentes tan perversas y retorcidas. Cerebros destinados a hacernos sufrir, a retorcer nuestras ideas, nuestros sentimientos…sí, es el momento de hablar de dos grandes entre los grandes en lo que a muertes que te dejan hecho polvo se refiere: Carlton Cuse y Damon Lindelof, los creadores de ‘Perdidos’.

Hacer un ránking de muertes célebres de ‘Perdidos’ podría llevarnos horas, días e incluso semanas, algunos incluso aún están debatiendo el final. Por eso vamos a centrarnos en dos, una no asimilada pero ACERTADA y otra que de ninguna manera aceptaremos jamás.

La muerte de Charlie la perdonamos porque el actor que interpretaba al personaje, Dominic Monaghan, quería abandonar el proyecto. Damon y Carlton fueron listos, su personaje era carismático a más no poder y cualquier acontecimiento trágico en torno a su figura hubiera provocado una hecatombe de fans, que de hecho la provocó, pero...¿cómo se le resta importancia a su marcha y se le da valor a la serie al mismo tiempo? Sencillo, dejando en sus manos el destino de todos sus compañeros con tres palabras: “ not penny´s boat’. Brillante y ACERTADA.

Pero lo que jamás les perdonaremos será la innecesaria muerte de Sun y Jin, dos temporadas buscándose y amándose para que, cuando por fin se encuentran, acaben ahogados, juntos, pero muertos. Una secuencia increíblemente triste, envuelta en un romanticismo extremo con un último beso de esos que jamás se borran de la cabeza. Momento bello pero INNECESARIO.

Nunca habrá una serie con más muertes emotivas que ‘A dos metros bajo tierra’. De hecho, la serie iba sobre fallecimientos. En cada capítulo, al menos había uno. Los protagonistas llevaban una funeraria y toda su vida, su día a día, transcurría alrededor de la muerte y de los propios cadáveres. Los sueños, los anhelos de los protagonistas así como los de los muertos, que se aparecían escena tras escena en un realismo mágico que encandiló a la audiencia y creó toda una horda de fans. Pero aunque la serie tenía un muerto en cada capítulo, hubo un fallecido que sobresalió por encima de los demás: la muerte de Nate. Después de cinco temporadas viajando a través de sus pesadillas, sus amoríos, sus alegrías y sus disgustos, su repentina muerte al final y la reacción de su madre y hermanos es una de las escenas más lacrimógenas que haya tenido lugar en la televisión. Por algo, los fans de la serie dicen que, cuando llegan a ese capítulo, es como si se les fuera un familiar de verdad.

El alubión de finales trágicos que nos esperan, incluido el cierre de la consulta de ‘House’, para el que en Cuatro faltan 5 capítulos, nos ha hecho ponernos melancólicos y hemos sentido la necesidad de recordar algunas de las muertes más trágicas que hemos podido ver en la televisión. Por supuesto, faltan muchas menciones: como la de ‘El Duque’ en ‘Sin tetas no hay paraíso’, Marcial en ‘Médico de Familia’, Chanquete en 'Verano Azul' o cualquiera de ‘Hospita Central’, que menudo filón de lágrimas tenemos con ella. A todos los desaparecidos, mencionados o no, descansen en paz.

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