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El secreto para lucir un cutis resplandeciente reside en una buena rutina facial en la que, además de la hidratación, la limpieza es una de las premisas clave a seguir. Tanto por la mañana como por la noche, mantener dicha práctica limpiando los poros y eliminando cualquier impureza, ayuda a que la piel se oxigene y revitalice, dejándola suave al tacto y con un aspecto luminoso y fresco (eso sin mencionar que los cosméticos que se utilicen penetrarán mejor).
A la hora de conseguir el mejor resultado, aunque el trabajo manual es efectivo, en los últimos años han ido surgiendo diferentes gadgets que facilitan este trabajo entre los que destaca el cepillo de limpieza facial. Un instrumento muy efectivo que no puede faltar en el neceser de todas aquellas mujeres que busquen su mejor versión. Su funcionamiento es muy sencillo. Cuenta con cerdas suaves, resistentes al agua, que se rigen de movimientos vibratorios, normalmente en círculos, con los que se elimina tanto las células muertas como el exceso de grasa de la piel, promoviendo de esta forma además una mayor regeneración que se traduce en un cutis lustroso.
A diferencia del lavado manual, la limpieza que ofrece es más profunda gracias a estos movimientos que ayudan a mejorar el flujo sanguíneo, dotando de un aspecto mucho más saludable a la piel. Otro de sus beneficios, como se comentaba anteriormente, es que la piel al estar tan oxigenada, recibe mejor cualquier tipo de producto que se aplique después, aumentando notablemente su efectividad.
Utilizarlo es muy sencillo. En primer lugar hay que humedecer el rostro y aplicar el jabón o limpiador habitual directamente sobre la piel, pues si se aplica en el cepillo se desperdicia más cantidad y habrá que repetir de nuevo.
A continuación, es hora de encender el cepillo. Lo más recomendable es empezar con una velocidad baja e ir aumentando ligeramente, siempre teniendo en cuenta el tipo de piel para evitar irritaciones y con movimientos circulares evitando la zona de alrededor de los ojos.
No es necesario presionar con fuerza. Limpia cada área durante aproximadamente 20 o 30 segundos antes de pasar a la siguiente. En cuanto a la frecuencia, el uso diario normalmente no genera ningún problema, pero en el caso de que se note hidratación, lo mejor es reducir la frecuencia a un par de veces a la semana.
Para finalizar, enjuaga con agua y seca la cara suavemente con una toalla con pequeños golpecitos, sin frotar. A continuación, continúa con el resto de tu rutina de belleza para un resultado de diez.
El mercado está en constante evolución y, al final, dar con el adecuado depende del tipo de piel que se tenga y las necesidades de cada una, pero para las que busquen una visión general, se recopilan los mejor valorados a continuación.
Todo un clásico que cada año se reinventa en versiones mejoradas. Hecho de silicona de grado médico, funciona a través de pulsaciones T-Sonic proporcionando una limpieza suave y efectiva. Precio: 239,99€.
Estimula la piel gracias a la precisión de los movimientos vibratorios, tiene dos tipos de cepillo de silicona, con o sin micro corrientes, para una limpieza suave, normal y energética. Otra opción que te proporciona el aparato es realizar una limpieza ionizada, más profunda pero no agresiva gracias a sus dos tipos de iones. Precio: 169€.
Perfecto para los viajes gracias a su reducido tamaño y muy suave. El mini limpiador facial VisaPure es eficaz contra las impurezas gracias a sus cerdas suaves, sedosas, finas y densas garantizan un deslizamiento suave durante la limpieza con total comodidad. Precio: C.P.V.
En este caso, el dispositivo se transforma tanto en un cepillo de limpieza como en una depiladora facial. Dermatológicamente probado, es perfecto para pieles sensibles y posee además un cabezal tonificador de microvibración que mejora el aspecto de la piel. Precio: 103€.