Si hablamos de uñas decoradas, la tendencia que arrasa es la de una manicura elegante en la que se impone la regla ‘menos, es más’. Manicuristas top como Tom Bachik -que se ocupa de las uñas de Selena Gómez, Jennifer López o Heidi Klum- o Ama Quashie -manicurista en numerosos desfiles y producciones de moda- apuestan por los colores sólidos en tonos como el el marrón chocolate, el crema o el burdeos al que ya se ha apuntado Angelina Jolie.

Quienes arriesgan lo hacen de manera contenida con propuestas sencillas como Andréa Barbet, que apuesta por el efecto ‘tie-dye’ o Courtney Mary, que ha se atreve con unas micropartículas de ‘glitter’.

En cuanto a la forma de las uñas, dejamos atrás las afiladas como ‘stilettos’ o las manicuras cuadradas, las de esta temporada vienen en dos formatos clásicos: cortas o de tamaño medio con forma almendrada. Así que, tras muchos años de excesos, parece que las tendencias en manicura se simplifican con apuestas más sencillas y elegantes.

Si hay un color que ha puesto de acuerdo a manicuristas de todo el mundo ese es el marrón chocolate, un tono oscuro que llega con intención de sustituir al negro, pero igual de versátil, elegante y sofisticado.

Otro de los esmaltes triunfadores de la temporada es el tono burdeos, una de las propuestas más clásicas, pero no por ello menos novedosa y que se lleva tanto en uñas cortas, como de tamaño medio.

El esmalte color crema, heredero de la manicura milky, se suele usar en verano para resaltar el bronceado, pero en 2024 se ha convertido en una de las sorpresas del otoño sustituyendo a otros tonos nude por su elegancia, su capacidad para estilizar los dedos y para adaptarse a cualquier look.

Era inevitable que las uñas ‘baby boomer’ evolucionaran y pasaran de esos tonos rosados a mezclas más potentes en las que poco queda de la delicadeza de su predecesora y aunque los pasos son los mismo, se busca un tie-dye más arriesgado.

Otro de los clásicos que se renuevan esta temporada es el rosa pastel, que se funde con una discreta capa de esmalte con micropartículas de ‘glitter’ que, además de rejuvenecer las manos, le añade un toque más de brillo y diversión.

Las uñas efecto espejo, que llegaron el pasado año en plata y oro para romper todos los esquemas, vuelven en tonos como el azul o el violeta. La técnica es la misma, solo cambia el color de base.

Como no podía ser de otro modo, dado el auge que está viviendo el estampado de leopardo, la manicura más viral de la temporada es sin duda la que recrea el efecto carey en las uñas, un esmaltado que exige muchísima pericia para que el resultado sea atractivo y sofisticado.

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