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Para muchas personas, los gases son sinónimo de malestar y hasta dolor; para otros, son un proceso normal que no les produce ningún síntoma. Para aquellos que estén en el primer caso, a los que les condiciona su rutina, existe un tratamiento para este problema, denominado meteorismo, y que incluye un importante cambio en su alimentación.
Así, la mayoría de ellas sienten alivio al tomar ciertos alimentos que hacen que se eliminen estos gases o que no los produzcan. Pero, en caso de que esto no surta efecto, lo mejor será consultarlo con un especialista, quien iniciará un proceso de diagnóstico para poder llegar al origen del problema.
Las dudas sobre cuándo acudir a un especialista son variadas, pero está clarísimo que habrá que hacerlo cuando los gases, así como sus síntomas, interfieren en el bienestar diario de cada persona. Además, habrá situaciones en las que tendremos que prestar especial atención, como cuando los síntomas aparecen en mayores de 50 años, si existe una pérdida de peso, ante la ausencia de mejoría tras seguir las recomendaciones y si los gases interfieren en el descanso nocturno.
Para aliviar los gases, como ya hemos comentado, habrá que prestar especial atención a lo que comemos, así como eliminar ciertos alimentos y limitar otros. Por ejemplo, debemos reducir el consumo de productos ricos en fibra, aunque no habrá que evitarlos totalmente, pero sí seguir consumiendo alimentos integrales como salvado de trigo, panes integrales, etc. Entre estos productos ricos en fibra a reducir destacamos los cereales, las legumbres y los tubérculos.
La Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) recomienda que se opte por pasta italiana, arroz, pan blanco o biscotes. Además, habrá que evitar o disminuir el consumo de cereales integrales, arroz y harinas integrales, habas, alubias, garbanzos, lentejas, guisantes y patatas. También, aconsejan evitar el consumo de pan fresco recién horneado y la pasta poco cocida.
Respecto a las verduras y hortalizas, habrá que dejar el consumo de aquellas que contengan más cantidad de fibra y evitar o disminuir la ingesta de col, coliflor, coles de Bruselas, repollo, alcachofas, nabos, espinacas, acelgas, lechuga, espárragos, pimiento, pepino y cebolla cruda. Desde la fundación aconsejan tomar, al menos una vez por semana, menestra. Además, el tomate será mejor si lo pelamos y limitamos su utilización en las ensaladas.
Las bebidas carbonatadas o gaseosas tampoco serán recomendadas. Lo mejor será beber agua fría, infusiones y caldos vegetales. Por ello, habrá que evitar tomar bebidas gaseosas, refrescos de cola, cerveza y vino tinto. Para evitar los gases, uno de los primeros pasos será reducir las comidas que tienen exceso de grasa. Por eso, lo mejor será utilizar aceite de oliva virgen extra y evitar o disminuir el consumo de fritos, mantequilla, mayonesa, margarina y frutos secos.
Respecto a los lácteos, será mejor consumir productos semidesnatados y evitar o disminuir la ingesta de quesos grasos y curados, yogur con frutas, con cereales o frutos secos.
Desde la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), recomiendan el consumo de carne de vaca, ternera, pollo, pavo y cordero lechal. En cuanto al pescado, lo mejor será comer tanto el blanco como el azul. Además, habrá que evitar o disminuir el consumo de productos de charcutería, así como las vísceras. Cabe destacar que a la hora de preparar los alimentos se tendrá que hacer de forma sencilla, como cocción o asado, restringiendo los fritos y rebozados. Respecto a los huevos, serán mejor escalfados, pasados por agua, duros o en tortilla francesa.
El consumo de dulces y azúcares deberá ser ocasional. Desde la fundación recomiendan que la miel y el azúcar se usen con moderación. Además, si preparamos repostería casera será mejor utilizar poco aceite y comerla en poca cantidad. También, habrá que evitar el consumo de chocolate, cacao, bollería y cualquier otra repostería industrial. Sobre los condimentos, los expertos sugieren utilizar sal y hierbas aromáticas, además de disminuir la pimienta, el pimentón y la guindilla.
Además de alimentos que producen gases, también habrá otros que ayuden a reducirlos e incluso, eliminarlos. Aunque lo primero será contar con un ambiente tranquilo para hacer bien la digestión. El jengibre tiene la capacidad de estimular la función digestiva pancreática y biliar, siempre y cuando se tome al inicio de cada comida. Lo normal es que se ingieran una o dos rodajas al día.
También, el hinojo, comino, cilantro o el anís contribuirá a hacer más digestivas ciertas comidas. Además, se podrán tomar en infusiones o masticar alguna de ellas antes o después de una comida abundante y pesada. La ciruela umeboshi contiene las enzimas necesarias para la digestión de glúcidos y promueve la digestión de las proteínas. Un trocito al día, antes de cada comida, será lo mejor.