Cuando Charlene de Mónaco se volvió punk y posmoderna: sus peinados hasta lucir un lado rapado al cero

  • La radical evolución capilar de Charlene de Mónaco lleva años ocupando titulares y ahora culmina con un rapado punki

Ni el Principado de Mónaco es la Corona de Reino Unido, ni Charlene Wittstock ha pretendido nunca ser Kate Midlleton, que lleva años luciendo su media melena como si el tiempo no pasara. Pero una cosa es no evolucionar y otra muy distinta es el último y radical corte de la princesa, que ha dejado en shock a todo el mundo y ha permitido ver una personalidad más cercana a la de Diana de Gales en sus últimos años, cuando estaba tan triste que decidió cambiar de vida y de estilo.

A la hierática Charlene de Mónaco la conocimos en 2006 con una media melena muy a lo Charlize Theron en aquella época y a la que le une una evolución estilística que va de la melenita al corte más radical. Unos cambios de estilo que han ocupado muchos titulares y que ha coronado con un medio rapado punki.

Antes de su compromiso, cuando aún no era más que un rumor de romance en la vida de Alberto de Mónaco, Charlene Wittstock lucía una melenita con flequillo como la que podía llevar cualquier joven en 2006. Ni especialmente cuidado, ni demasiado bien cortado, su estilo solo era fresco, que ya era mucho más de lo que pasó a ser después.

El primer cambio radical de estilo capilar para Charlene fue en la fiesta de compromiso con el príncipe Alberto en agosto de 2010 en la que, además de apostar por un recogido regio, había dado a su melena un tratamiento hidratante y un baño de color para potenciar su rubio natural.

Hasta antes de la boda mantuvo su melena intacta, un clásico de novia, con peinados más o menos acertados: de la melenita con bucles a la coleta lisa y con flequillo que tanto le favorece, pasando por diversos recogidos de estilos de lo más variopintos.

Tras la boda se produjo el primer corte de pelo radical, aunque no supuso realmente un cambio de estilo, sino que se mantuvo en la línea clásica que había tomado desde su compromiso. Un corto muy dentro de los cánones que peinaba de manera clásica y al que nadie pudo poner objeciones.

Este corte la acompañó durante varios años hasta que en enero de 2015 volvía a sorprender con un nuevo cambio de look después de dar a luz a sus hijos: un bob asimétrico, más corto en la nuca que en la mandíbula, con un flequillo largo y desfilado.

En noviembre de ese mismo año se atrevía con otro cambio de look, esta vez algo más radical: un corte pixie con algo de volumen en la coronilla muy favorecedor para sus rasgos, pero muy transgresor para su posición.

Este corte la acompañó, con cambios de largo y color hasta 2018: a veces algo más rubio, otras con el flequillo en modo tupé, con más o menos volumen, pero el mismo corte de base. Parecía que la princesa había encontrado su estilo, pero no.

En 2019 decide cambiar de nuevo y dejarse crecer el pelo hasta una melena bob que alisaba o rizaba a conveniencia según el papel a representar, las exigencias de etiqueta y, posiblemente, su humor. Un tránsito anodino que no dejó demasiados titulares... ¿se estaba relajado Charlene?

Pues no, no se estaba relajando y bien entrado 2020 volvía a sorprender con un color platino y un corte bob a la altura de la mandíbula acompañado de un flequillo dos centímetros por encima de las cejas, al más puro estilo Amelie. Y no era más que el aviso de que llegaba una tormenta.

Y la tormenta ha llegado en forma de rapado asimétrico para sorpresa de todos, escándalo de algunos y alegría de otros. Hay quien opina que detrás se esconde mucho más que un simple rapado, que este tipo de cambios son reflejo de un momento emocional complicado, que expresan la necesidad de cambios e incluso un deseo de ruptura. Para otros no es más que una Charlene renovada, posiblemente más fuerte y segura.

Con independencia de lo que emocionalmente suponga este radical corte de pelo, a nivel estético el rapado punki nació precisamente como una forma de protesta que, como toda la moda punk, buscaba precisamente afear el cuerpo. Hace más de 10 años se recuperó en forma de tendencia y precisamente lo puso de moda la modelo Alice Dellal, ex de Andrea Casiraghi y hermana de Alex Dellal, ex a su vez de Carlota.