Chocolate y alimentación saludable: integrarlo en la dieta y disfrutar de él es posible

  • Nos encanta el chocolate, pero es fácil que lo pongamos en la lista de alimentos prohibidos cuando comenzamos una dieta.

  • Te damos todas la claves para que, no solo no renuncies a él, sino para que le saques todo el beneficio posible.

Comer chocolate, para la mayoría de los mortales, resulta un auténtico placer al que nos cuesta pensar en renunciar. Pero también es cierto que asociamos el consumo de chocolate a la ingesta excesiva de calorías y al consiguiente aumento de peso.

Y no vamos tan errados en ese pensamiento si tenemos en cuenta todos los productos ultraprocesados e hipercalóricos que incluyen chocolate. Es decir, si estás a dieta y estás pensando en comerte una chocolatina con chocolate con leche, trocitos de galleta y bañada en dulce de leche, vas mal. Bueno, y si no estás a dieta posiblemente también. Lo que nos interesa es hablar del chocolate en sí mismo, como alimento, y a partir de ahí veremos que hay una deliciosa luz en el horizonte y que no es necesario renunciar a él dentro de una dieta saludable.

Por eso vamos a contarte cuáles son todos los beneficios del chocolate, cuál debes elegir si de verdad quieres cuidarte y cuánto puedes consumir si estás tratando de perder peso o mantenerte en el que tienes.

¿Cuáles son los beneficios del chocolate?

Para referirse al chocolate hay quiene hablan de superalimento, un concepto que debemos utilizar con mucha precaución, pero sin restarle a esta delicia todas las propiedades que tiene para cuidar de nuestra salud.

El chocolate es un poderoso antioxidante que ayuda a retrasar el envejecimiento gracias a su contenido que flavonoides, que protegen a nuestras células de la acción negatica de los radicales libres. Y cuando hablamos de envejecimiento lo hacemos refiriéndonos a nuestro interior, pero también a su reflejo externo. Es decir, un consumo responsable puede retrasar la aparición de las arrugas en tu rostro, por poner un claro ejemplo.

Cuida de tu corazón y lo previene de enfermedades, ya que se ha demostrado en diferentes estudios que el consumo de chocolate puede reducir la posibilidad de padecer un ataque cardíaco.

El chocolate contiene flavonoides, en concreto unos llamados proscinaidos, que ayudan a reducir la coagulación de la sangre y a regular la presión arterial, aunque no se puede hablar aún de cuánto hay que consumir para obtener estos beneficios.

Cuando comemos chocolate, se estimula nuestra actividad neuronal asociada al placer, ya que la producción de endorfinas, conocida como la hormona de la felicidad, se ve estimulada y nos hace sentir mejor. Además, el chocolate contiene feniletilamina química, que según los expertos desencadena sensaciones similares a las que experimentamos cuando nos enamoramos. Por todo esto, se dice que su consumo nos ayuda a combatir la depresión y controlar la ansiedad.

Se considera beneficioso en personas que padecen fatiga crónica, ya que según un estudio mejora los síntomas y también las funciones físicas gracias a los polifenoles que contiene. Además, tal y como hemos dicho, ayuda a combatir la depresión y la ansiedad, algo que suele afectar a las personas que padecen esta enfermedad.

¿Puedo tomar cualquier tipo de chocolate?

La respuesta a esta pregunta es un tajante “no”, y que deberías tener muy en cuenta tanto si estás haciendo dieta como si no. Llamamos chocolate a muchas cosas, pero la mayoría de ellas no son saludables. En realidad lo que estamos buscando, y lo que nos ofrece tantos beneficios es el cacao, un ingrediente del que apenas vamos a encontrar un 30% en la clásica tableta de chocolate. Lo que sí vamos a encontrar, sin embargo, son grasas y azúcares nada beneficiosos para nuestras salud y que, además, nos van a hacer engordar.

De aquí deducimos que, para que un chocolate sea sano, la presencia de cacao ha de estar por encima de cualquier otro ingrediente. Esto en un principio puede resultar complicado, ya que lo normal es que estemos acostumbrados a los chocolates tradicionales, muy ricos en azúcares. En cambio, cuanto más cacao tiene un chocolate más amargo y menos dulce resulta para nuestro paladar, por lo que es posible que nos lleve un tiempo acostumbrarnos a él. Pero si estás a dieta, seguro que ya estás dejando de lado el azúcar y los alimentos azucarados, por lo que la necesidad de dulce que hay en ti estará disminuyendo con los días, y te permitirá en poco tiempo disfrutar del sabor de un buen chocolate, y también de sus propiedades.

Para ello, estamos hablando de un chocolate que contenga, al menos, un 70% de cacao puro. Hay opciones de todo tipo en cualquier supermercado, y para acertar solo necesitas leer con atención el etiquetado. Pero el chocolate con un 70% de cacao es solo el primer paso. Una vez que tu paladar se acostumbre podrás dar el siguiente salto y aficionarte a aquellos que contengan un mínimo de un 85% de cacao. Una vez que lo consigas, ya verás lo difícil que te resulta volver al chocolate con leche.

El chocolate blanco, por si tienes alguna duda, queda descartado por completo, ya que sencillamente no contiene cacao. Se elabora con azúcar, manteca de cacao, leche y lecitina de soja. Grasas y azúcares por doquier para tu organismo, sin ni uno solo de los beneficios del cacao.

¿Cuánto chocolate puedo tomar si estoy a dieta?

Hay que prestar especial atención a la cantidad de chocolate que comemos cuando estamos a dieta, porque una cosa es que sea saludable, pero no hay que negar que también es muy calórico. A esto hay que añadir que en muchas ocasiones el concepto de dieta va asociado a la restricción de alimentos y a la ansiedad que esto provoca, y saber que podemos permitirnos comer chocolate sin culpa puede llevarnos a no controlar para nada las cantidades y a tirar por tierra el esfuerzo que estamos haciendo por otro lado.

No te excedas de 2 onzas al día, y si es una mucho mejor. Con esa cantidad no es necesario que renuncies al placer de comer chocolate, no vas a desquilibrar la báscula, y puedes beneficiarte de todas sus propiedades.