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Las formas de depilarse han cambiado, y aunque todavía hay quien recurre a las más tradicionales, cada vez son más las que apuestan por la depilación láser. Esta es completamente infalible, no queda ni un pelo, pero lo malo es que hay que ir cada cierto tiempo al salón de estética a realizársela, porque va por sesiones, hasta que ya no veamos ningún pelo. Además no es precisamente económica y eso que los centros de depilación láser suelen lanzar diferentes ofertas a lo largo del año para que sea mucho más ventajoso y atraer clientela.
Pero desde hace un tiempo, esta cara b de la depilación láser empieza a tener menos peso, y es que ahora tenemos la posibilidad de hacernos la depilación láser en casa. Por supuesto, no es lo mismo depilarse con láser en un centro especializado que hacerlo en casa. Para empezar, la depiladora láser de los centros de depilación es mucho más potente que la que podamos tener en casa, con lo que el vello tarda mucho más tiempo en eliminarse por completo, a pesar de que el tiempo de una sesión pueda ser mucho más corto. Además, la depiladora láser de casa tiene una vida útil más limitada.
Por su parte, hay que especificar que la depilación láser en casa es más bien fotodepilación en casa, ya que, normalmente, se realiza con un aparato de luz pulsada o IPL (luz pulsada intensa). Al igual que la depilación láser, la IPL hace desaparecer el pelo y ralentiza su crecimiento también por medio de luz y dañando el folículo. La IPL utiliza luz visible de amplio espectro y de diferentes colores y esta se aplica de forma intermitente con golpes de luz. Actúa sobre la melanina y la pigmentación, que son las que conducen la luz hasta el folículo que después se daña y debilita haciendo que el pelo desaparezca. La fotodepilación en casa actúa de forma más general, por eso la duración de la depilación suele ser menor.
Antes de lanzarnos a depilarnos hay que preparar la piel. Antes de comenzar, deberás depilar un poco con cuchilla para reducir el largo del pelo y que sea más fácil así eliminarlos. Después, debemos asegurarnos de que la piel está limpia para que la luz llegue perfectamente al folículo del pelo. Límpiala con una crema exfoliante suave para no arañar la piel pero que sí elimine la suciedad y los restos de pieles muertas. Si fuera necesario, después aplica frío en la pierna, pues el vello absorbe mejor la luz.
Después, comienza a depilarte. Hazlo con la depiladora láser que mejor se adapte a tus necesidades. Una opción es esta de Philips, que puede usarse en la cara, cuerpo y en las zonas sensibles y promete la reducción del vello a un 85% solo con cuatro tratamientos. Cuenta con un sensor de tono de piel para medir la complexión de la piel tratada al principio y mitad de la sesión. Está disponible por un precio de 299 euros.
Otra opción es esta de Braun reduce el vello visible en cuatro semanas, contiene cuchilla y es apta para cara y cuerpo. Cuesta 284 euros en Amazon.
Esta de Remington garantiza resultados permanentes en tres tratamientos aunque solo puede usarse en el cuerpo. Cuesta 154,18 euros y está disponible en Amazon.
Después de la depilación, vuelve a limpiar la piel para calmarla y aplica una crema hidratante o de aloe vera y vuelve a poner frío.
Ahora que conocemos el tipo de depiladora láser (por así llamarla) que podemos tener en casa, que es la de luz pulsada, veamos los beneficios que tiene.
Pero, a pesar de la comodidad y de que no es tan caro como parece, depilación láser en casa o fotodepilación en casa también tiene su cara b. Entre estas cosas no tan buenas está que es menos efectiva que la depilación láser en cabina, el pelo tarda mucho más en desaparecer. Además, las pulsaciones de las máquinas de depilación para casa son limitadas y no tienen la misma intensidad que las de los centros profesionales.
Por su parte, aunque es la técnica de depilación láser que mejor toleran más pieles, no funciona igual de bien en todas ellas, por ejemplo, a las que peor se adapta son las más claras y las más oscuras. Además, hay zonas del cuerpo como el rostro que, aunque pueda realizarse en ellas, es mejor dejárselas a los profesionales pues son partes muy delicadas.
No debemos olvidar nunca que se trata de un sistema de depilación por luz que quema el folículo del pelo y, aunque no es lo normal y los aparatos están limitados para poder hacerlo nosotros en casa, debemos tener mucho cuidado de no quemarnos.
Otra cosa que debemos tener en cuenta es que, aunque, por lo general, hacerse con una máquina de depilación puede ser más barato que en un centro, esto dependerá del número de sesiones que necesitemos o de las ofertas disponibles en los centros en ese momento.