Canta 'Por el bulevar de los sueños rotos', el tema que Sabina le compuso a Chavela, mientras hacemos las fotos. Y dan ganas de aguantar más disparando solo para que empiece con el siguiente tema del disco. Se lo decimos y se parte de risa. Y acaba la canción más alto y varios espontáneos aplauden en mital de un hotel del centro de Madrid. José Mercé, el descendiente de una saga de flamencos de pura rama, el cantaor de ojos azules que lleva en los escenarios desde los 13, se saca ahora "del estómago y del corazón" un disco pop titulado 'Doy la cara'. Varios "compadres", como él los llama, un par de micros y mucho arte. Eso es todo. Alejandro Sanz, Alborán, Sabina, Calamaro, Drexler, Ainhoa Arteta o Vanesa Martín no han querido quedarse fuera. "Puro sentirlo", dice él.
También ha participado una de sus dos hijas, O'hara, que es profesora universitaria pero que se animó porque le picó Javier Limón (el productor) y porque cómo no lo va a hacerlo bonito si tiene el gen Mercé. "La dinastía entera está ahí", dice él. También cantan por divertimento su hija otra hija, Desiré, y sus nietos, aunque ellos en inglés y eso al maestro no acaba de gustarle. En la entrevista hay un recuerdo además para su hijo, que falleció en sus brazos a finales de los noventa con apenas 14 años y cuya muerte casi le deja sin voz. Pero no, ahí también le salvó la música a José.
¿Por qué 'Doy la cara'?
Se le ocurrió a mi mujer, estábamos hablando de que muy poca gente da la cara en esta sociedad últimamente. No asumen sus responsabilidades, así que sí, yo doy la cara por la parte que me toca, que es la música.
¿Sobre todo cuando la música es inseparable de la vida de uno, no?
Efectivamente, yo llevo cantando desde los 13 años y tengo 61. Me siento un ser muy privilegiado: sin la música yo no sería nada. Si esta sociedad la amase más, tendríamos menos problemas y menos tiempo de robar y hacer tonterías. El 21% no arregla nada, solo jode a los artistas.
¿También cura?
Ya lo creo que si cura. Cuando uno está fastidiado, te salva. Muchas personas siguen viviendo por ella. En mí por ejemplo hubo un antes y un después de lo que me pasó [su hijo murió con 14 años], y si no fuese por la música yo no sé dónde estaría después de aquello, la verdad. Dejé de cantar y luego volví con 'Amanecer'. Qué te voy a decir. Para mí el flamenco es una forma de vivir.
Ahora unes el flamenco con tus amigos y te sale... ¿pop?
¡Qué ganas tenía de hacer este disco! He cogido las canciones de toda la vida que me gustan y las he grabado con mis compadres. Mano a mano en el estudio con cada uno de ellos, nada de mandar el tema desde no sé dónde. Yo entiendo que la tecnología ayuda mucho, y que el futuro es internet, pero a veces te quita sabor. Para mí no hay tecnología en la música, hay estómago y corazón. Me gusta que se sienta toda esa energía de estar conmigo ahí frente al micro: que nos enfademos, que nos riamos, que nos tomemos algo al acabar, que sintamos. ¡Hay que vivir las cosas! Por eso este disco suena tan de corazón.
¿Cómo fue grabar 'Contigo aprendí' con Alejandro?
Con mi compadre nos ha costado coincidir, pero lo hemos logrado. Alejandro y el resto han ido a por mí: han cantado fenomenal, casi mejor que en sus discos (risas). Una pasada. Escuchar a Pablo [Alborán] decir que desde pequeño escuchaba mis discos, que he sido su ídolo y que para él es un honor cantar mano a mano… pues qué quieres que te diga, es maravilloso. Con él canto 'Tu frialdad'. Me lo quedo mirando y sientes ese cariño. Esa Ainhoa Arteta, ese Chabuco colombiano…
Y con Vanesa Martín por primera vez…
La voz de Vanesa me encanta, es muy dulce. Y aquí ha hecho un esfuerzo grande al cantar 'Te recuerdo Amanda' porque a ella le pillaba el tono muy bajo, pero ha sacado una voz de caramelo estupenda.
¿Cómo elegiste el tema de cada uno?
Entre Javier Limón y yo. Elegí temas que a mí me removían desde que era joven y luego pregunté a amigos si querían cantar conmigo. Este con este, este con el otro… 'Sin embargo', con Joaquín, era algo que me apetecía hacer desde hace mucho, por ejemplo.
¿Mucha juerga con Joaquín?
Él es demasiado, mucho veranos estamos juntos porque tiene una casa en Rota y yo veraneo en Chipiona. Me decía 'tú no te preocupes, compadre, que lo hacemos'. Y pasaba un mes y otro mes. Y al final me invitó a su casa, porque era el único que quedaba pendiente. Me llama 'El gitano' (risas). Se tomaron tres o cuatro whiskies, que yo no bebo, y salieron muy buenas cosas de ese día (risas).
¿Tus niñas han cantado?
O'hara ha cantado un estribillo en 'Toda una vida'. Es profesora universitaria y no se dedica a esto, pero Javier la conoce, la llama Doctora y la picó a que no era capaz de cantar con su padre. Es muy tímida y muy introvertida, pero dijo que sí y yo me quedé pasmado de que quisiese. Cantó fenomenal y cuando íbamos para la casa en el coche se vino arriba y me dijo: "es que yo tenía que haber cantado más, que he cantado muy poco" (risas).
¿Canta bien?
Lo hace muy bonito.
¿En casa os montáis fiestas improvisadas?
En casa hacemos pocas fiestas desde que nos pasó lo que nos pasó. Pero bueno, ella se divierte con sus amigos. A ella y a Desiré les gusta mucho el flamenco y me han hecho muchas veces los coros, pero por distraerse, por hobbie, no como algo profesional.
¿Y a tus nietos les gusta?
También cantan, pero a mis nietos les gusta más en inglés. ¡Estoy del harto del inglés! ¡Con lo que tenemos aquí!
El gen de la familia está ahí...
La dinastía entera está ahí, imagínate. Desde el tío Paco de la Luz, que fue el creador de la seguidilla hace dos siglos; mi tío Manuel Soto, mi primo Vicente Soto ‘Sordera’, todos mis otros primos… Cantaores de toda la vida. El cante es lo que hemos mamado en casa.
¿Eso pesa o le sube a uno?
Me siento muy orgulloso de la rama y la familia que vengo, pero a veces pesa y hasta te hace daño. Cuando los puristas empiezan a decirte que tu obligación es hacer esto y lo otro… Hasta que tienes cierta edad en la que te hartas, ya has demostrado lo que puedes hacer y te poner a divertirte con más cosas. Yo no voy a dejar de ser flamenco nunca, pero tenía unas ganas locas de hacer este disco. Por innovar no se desvirtúan los cantes.
¿Estás haciendo lo que te da la gana?
Sí, ahora mismo sí. No tengo que demostrarle nada a nadie. Mi carrera comenzó a los 13 años y a mi edad sigo viento en popa. ¡Qué más puedo pedir!
Cambiando de tema: ¿te hace ilusión cantar el himno oficial de la Eurocopa
Me hace mucha ilusión, porque soy muy futbolero y, si quieres que te diga la verdad, juego al futbol mejor que Ronaldo (risas). ¡Fue un pasote cantar además con Adrián! Lo pasamos en grande. Tiene una vitalidad que agota a todo el mundo. Te puedo contar que el mismo día que grabamos el vídeoclip de 11 de la mañana a 9 de la noche, me dijo al terminar: "Jose, jugamos ahora un partidito?" Fíjate, pero si estábamos reventados todos. Es genial.
¿Te ves todos los partidos con cervecita y patatas y 'compadres'?
Pues la verdad es que me veo los partidos tranquilito, con mi cervecita, mi aperitivito... pero no me gusta verlo con mucha gente porque me distraen.
¿Cómo va a quedar España?
Espero que lleguemos a la final ¡y la ganemos!