Nacho Montes

Este semana arrancó la 78 edición del Festival de Cannes, el más glamuroso históricamente, dicen, de los festivales internacionales de cine. Y este año lo hacía con una polémica de fondo por las nuevas normas sobre el “decoro” que debían cumplir las invitadas. Una forma de controlar la exhibición del cuerpo femenino. Y la ordinariez, supongo.

“Por motivos de decencia, se prohíbe la desnudez en la alfombra roja, así como en cualquier otra zona del festival. No se permiten prendas voluminosas, en particular aquellas con cola larga, que dificulten la circulación de los invitados y la ubicación de los asientos en la sala. El equipo de recepción del festival estará obligado a prohibir el acceso a la alfombra roja a cualquier persona que incumpla estas normas”. Con esta clara carta de advertencia las invitadas se enfrentaban a la prohibición de los vestidos que mostrasen su desnudez y también a los voluminosos o poco ortodoxos.

¿Qué hicieron muchas de ellas? Pasárselo por el arco del triunfo.

Queda mucho por descubrir aún, el tiempo lo dirá, pero en esta semana las transgresoras nos han dejado un buen puñado de rebeldías. Hoy, los aciertos y los errores son más inciertos de moda y protocolos que nunca. Las cosas de la vida.

Aciertos

1. Irina Shayk nos deslumbró tres veces esta semana y con el decoro intacto. Uno de sus aciertos fue esta falda tulipa asimétrica con top de terciopelo negro en manga larga. Estaba divina.

2. Otro, este Elie Saab de plumas y lentejuelas en negro, escote corazón y guantes de gasa.

3. Su tercer acierto fue el Armani Privé negro con lunares en blanco, que a pesar del volumen no atentaba contra los invitados ni contras las normas. O eso quiero creer porque si no no pillo la estupidez protocolaria.

4. Eva Longoria triunfó dos veces. Una con su Tamara Ralph Couture de lentejuelas rosas en canutillo y terciopelo negro.

5. Otra, para mí el más espectacular de sus looks de los últimos años, este Elie Saab de lentejuelas azul ultramar y escote halter. Un espectáculo.

6. Andie Macdowell demostró cómo agradar a todos con todo el poderío y la sofisticación del mundo y su look masculino con pajarita top.

7. El blanco y negro de rayas, tan chic, de Jacquemus, de Halle Berry era un respiro de aire fresco por todas sus costuras. Luego la encontraréis en los errores también con otros de sus looks.

8. Bella Hadid podría haber incumplido perfectamente las nuevas normas tal y como suele ir pero sus trozos de desnudez estaban tan milimetradamente estudiados en su vestido negro de Saint Laurent que era un gustazo.

9. Diane Kruger para el estreno de Dossier 137 se metió en esta sutil y nada indecorosa transparencia de Prada.

10. Isabeli Fontana estaba espectacular con este satén de cuello cisne y aplique joya XXL.

11. No era mi favorito el Zuhair Murad verde satinado y drapeado con exentas mangas globo de Alessandra Ambrosio, pero ella es un escándalo de señora.

Errores

1. El error de Heidi Klum era predecible, y no tan error. La he visto en peores fregados. Pero claro si se pide recato y no volumen a una tipa que precisamente está viva en las alfombras por abusar de ello, ¿qué queríamos? Yo la vi exuberante con su Elie Saab rosa plagado de pétalos.

2. No entendí la moñada de este vestido ochentero con falda globo en vichy rosa de Celia Kritharioti para Halle Berry. Aquí el error no era por el nuevo decoro sino por lo poco cuqui, a pesar del cursi vichy. Menos mal que teníamos su Jacquemus de rayas.

3.Tampoco entendí que Zoe Saldaña se cargase su buen slip drees negro, de Saint Laurent, con una chupa de cuero oversize. Esto ya pasó de moda hace un tiempo.

4. El Giambattista Valli de Hayley Atwell rojo no me mataba de gusto, más allá del incierto límite del dress code de si era cómodo o no para los invitados que se sentasen a su lado.

5. Igual le pasaba al vestido mini de plumas y cristales de la modelo Amandine Petit, que más allá de su decoro o no para el certamen, era como un vestido de escenario de una vedette de nueva era y no excesiva sofisticación.

6. Y hoy termino con Juliettet Binoche y su Dior blanco con capucha a la que me niego a poner en los errores numerados porque ella es divina. Y porque su Dior era tan de cualquier tiempo que me fascinaba. Pero ya sabéis bien que a mí lo de las capuchas siempre me parece de terror.

Habría bastado con arrancársela, con delicadeza.