Aciertos y errores del bautizo de Nicolás, el hijo de Fran Rivera y Lourdes Montes
Francisco Rivera y Lourdes Montes bautizan a su tercer hijo, Nicolás, con El Turronero de padrino y la presencia por sorpresa de Cayetano, tío paterno, del que han corrido ríos de tinta tras la polémica por su accidente “palmeril”. Lourdes, ajena a todo, vuelve a triunfar con su armario de invitada perfecta.

Quienes no estuvieron esta mañana de celebración en Sevilla fueron otros de sus tíos. Kiko Rivera y Julián Contreras Jr. ni siquiera estaban en la lista de invitados al evento porque no mantienen relación familiar desde hace tiempo.
Aciertos
1. Lourdes Montes acierta de pleno en una ceremonia de día, a las puertas del invierno, con su traje de chaqueta de terciopelo burgundy, que igual es comodín para el día que para un evento cóctel de media tarde que para una noche con un taconazo y sin camisa.

2. Tana Rivera también acierta con su traje tres piezas en la misma gama de color que la mujer de su padre.

3 y 4. Sibi Montes y su madre, tía y abuela del bautizado, optaron por el blanco, combinado, que en un bautizo es buena opción aunque yo hubiese descartado el negro sólido del pantalón de Sibi.

5. Francisco Rivera y su sastre gris, tan de ceremonia de mañana y que pocos saben utilizar con tino y gusto.

6. Y luego hay invitadas consorte que se convierten en lo más divino de una ceremonia por derecho propio.

Errores
1. Pepa cocinera es genial en sus fogones y entrañable en sus intervenciones públicas pero la moda y sus protocolos no están entre sus recetas estrella. Pero esto tampoco habría sido un drama si se hubiese dejado la pelliza en el coche.

2. No está en estos errores de hoy Cayetano Rivera por sus polémicas, no soy yo quien debe juzgar eso en esta columna de modas y protocolos. Lo está, a pesar del cañón que es, por el exceso de oscuro en su sastre en una ceremonia matinal como es un bautismo.

Cierto es que un sastre marino vale para toda ceremonia y hora del día, pero no es lo mismo eso que un tinta sólido, un negro o ese look suyo como de invitado a una boda de tarde noche.
Pero oigan, que podría ni haber ido para evitarse el marrón de una aparición pública tras el comentado accidente y ahí estaba. De lo demás, que juzguen quienes deban.

