No sin mi barba

Nacho Montes 18/10/2016 17:23

Decían algunos captadores de tendencias que la moda de las barbas estaba a punto de desaparecer antes de 2016 pero el caso es que en cualquier ciudad que se precie de moderna siguen proliferando las barberías de nueva era, que se nutren en gran parte del público gay, para seguir esculpiendo mentones.

Sócrates, Aristóteles, Pericles, Marco Aurelio… emperadores, filósofos, pensadores de todos los tiempos han sido ejemplo claro de que la barba, más allá de las disputas sociales y teológicas que surgieron a lo largo de la historia por un símbolo al que se asumía poder, es como la moda, una tendencia cíclica pero consolidada.

Hoy, tan lejos de la Antigua Roma y sus barbas rizadas, tupidas y poderosas, los gays de medio mundo lucen mentones rotundos y cuidados. Y da igual lo que dijesen tres ‘entendidos’ de no sé qué modas, la barba sigue siendo este 2016 un símbolo de estudiada coquetería masculina e incluso de morbo y fetichismo. Lo vamos a ver en looks muy diferentes.

1. La barba hipster. Ay Moisés, qué visionario fuiste.

Una de las figuras más importante en la historia de la religión es sin duda Moisés. El judaísmo, el cristianismo y el Islam lo veneran como profeta y líder espiritual. Su nombre, viene del agua, ‘salvado de las aguas’ según la etimología egipcia. Su barba era larga, salvaje, frondosa y portentosa, exactamente igual que los hipster del siglo XXI. Una tendencia que han asumido como personalidad propia infinidad de gays de temprana edad.

2. La barba media. Marco Aurelio y sus ojos de mundo.

Uno de los grandes emperadores romanos, considerado por la historia como la figura más representativa de la filosofía estoica, Marco Aurelio tuvo un gobierno marcado por los conflictos asiáticos, germanos, bárbaros y galos… Hoy, los gays de todas esas tierras y muchas más, de mediana edad, lucen su barba compacta, gruesa y de longitud media.

3. La barba corta. David Beckham, en el olimpo de los dioses modernos.

Su historia es mucho más corta que la de los dioses con los que se le compara, pero ya es sin duda parte de la historia deportiva y social del Reino Unido. Mucho más allá del fútbol, sus continuos cambios de look, su pasión por la moda, sus campañas publicitarias, su matrimonio ‘picante’ y sus estridencias tienen parte de culpa de esa leyenda e historia. David es un buen ejemplo de esas barbas recortadas y cuidadas al límite, casi dibujadas, una moda que siguen muchos gay de todas las edades y que forman parte del nutrido grupo de fans del inglés.

4. La barba canosa. George Clooney, el don Juan de la cana al aire.

El no ocultar el paso del tiempo y el explotar al máximo una estupenda madurez natural han sido la constancia en un Don Juan moderno al que imitan en todo el planeta gays de mediana y madura edad. Su barba limpia, tupida y canosa, es otro ejemplo de coquetería masculina tenga uno los años que tenga.

5. La barba de tres días. Brad Pitt, el imberbe con barba.

No hay hombre en el mundo que no haya pasado tres días sin afeitarse por pura pereza o falta de tiempo, y eso, sin querer cultivar una barba perfecta, se ha convertido en otra moda más durante las dos últimas décadas. Esta barba, tan propia de hombres modernos e inquietos y con pocas horas para la preocupación cosmética, derivó en el mundo gay como una cultura de la barba de los imberbes. Y ahora, éstos dedican el mismo tiempo, los mismos cuidados y la misma pulcritud para que en aquello que parece natural y despreocupado no se escape ni un pelo.

A mí, por cierto, me chiflan los besos con barbas. Cosas de la vida y de los It Gays.

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