La vida personal de Diego Botín, sobrino de Ana Patricia, que es campeón olímpico de vela
Abrimos la página deportiva para fijar el foco en un miembro de la familia Botín que triunfa lejos de la banca: me refiero al Oro Olímpico de Vela Diego Botín. Sobrino segundo la presidenta del Banco Santander, está enamorado de una de sus compañeras de equipo.

Nacido en Madrid el 25 de diciembre de 1993 (tiene 31 años), pero criado frente al Cantábrico en Santander, Diego Botín-Sanz de Sautuola Le Chever forma parte de la saga financiera más importante de España. Su abuelo, Jaime Botín, era el hermano de Emilio Botín y también lideró la banca como presidente de Bankinter. Por tanto, Diego Botín es sobrino segundo de Ana Patricia Botín, la presidenta del Banco Santander que sigue muy de cerca sus logros deportivos.
El agua forma parte de su vida
Aficionado a los deportes acuáticos desde niño, con solo siete años ya surfeaba y a los 12 se proclamó subcampeón de Europa de Vela. Ha participado en tres Juegos Olímpicos y en la edición del año pasado consiguió la codiciada Medalla de Oro junto a Florian Trittel. Pero el palmarés de Diego Botín es más amplio: cuenta con tres campeonatos de Europa, dos subcampeonatos del Mundo, dos bronces europeos y otros tantos mundiales en la clase 49er.
Nicole van der Velden, compañera en alta mar y pareja sentimental
Pero vayamos al aspecto sentimental, que también tiene miga. Resulta que el apuesto marinero comparte su vida con la también regatista Nicole van der Velden. A pesar de su nombre y sus raíces neerlandesas se trata de una madrileña que también forma parte de su equipo de vela. “Está supercontento y superilusionado, pero le da miedo la repercusión que pueda tener su relación porque es un chico muy discreto”, han dicho fuentes de su entorno a la revista ‘Hola’.
Diego y Nicole forman parte del equipo español de la SailGP, liga internacional de regatas de vela de alta velocidad. Botín es el patrón y Van der Velder tiene el rol de strategist y ambos colaboraron de la victoria cosechada en el Gran Premio de San Francisco 2025 a bordo del F50 Victoria.
En el marco deportivo han concedido algunas entrevistas juntos que permiten imaginar cómo es su vida íntima: "Además de ser equipo, tenemos mucha suerte porque también vivimos mucho más allá. Pasamos mucho tiempo en grupo y creo que eso también crea un ambiente muy natural cuando trabajamos", cuentan. "Una de las cosas buenas es que cuando llegas a tu habitación o tienes tu tiempo libre siempre tienes a esa persona cerca con la que compartes tu vida, lo cual creo que es algo muy positivo. Sobre todo, viajando tanto, es muy agradable tener siempre a esa persona ahí", relatan. "Al principio quizás estábamos un poco preocupados por cómo iba a funcionar, pero encontramos la manera de sentir que está potenciando muchos aspectos positivos. Creo que es algo muy positivo para nosotros", concluyen.

Más allá de la vela
Trabajador y comprometido, después de acabar el Bachillerato empezó a estudiar Administración y Dirección de Empresas pero vio que no era compatible con su objetivo de ser el mejor regatista posible así que finalmente se ha decantado por varios cursos de diseño de barcos, unos estudios que le permiten entender la parte científica de la vela.

Sobre su ilustre apellido, Botín reconoce que al comenzar en la vela “me preguntaban mucho más, ahora apenas me preguntan”. Y sobre si se siente una persona con suerte, el joven deportista confiesa que se considera “afortunado por haber conseguido hacer de mi pasión una profesión. Va dentro de mí, pero todavía no tengo el sentimiento de haber llegado donde quiero, espero seguir cosechando éxitos”.