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Qué fue de...

La primera boda de Antonio Banderas fue en 1987 con Ana Leza: ¿qué ha sido de ella?

El malagueño Antonio Banderas vive este fin de semana, con la lógica emoción de un padre, la boda de su única hija, Stella del Carmen. El acontecimiento contará con un seguimiento excepcional en Divinity, pero yo les propongo que viajemos a la primera boda del actor: la que lo unió con su primera esposa, Ana Leza, hace casi 40 años. Además, por el mismo precio, les cuento qué fue de ella. 

Antonio Banderas y Ana Leza
Ana Leza y Antonio Banderas, en los años felices de su matrimonioGetty
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Banderas recaló en el Madrid de la Movida para perseguir sus sueños como actor, y en los canallas bares de la capital, además de conocer a Almodóvar y su mundo, se enamoró perdidamente. Ocurrió una fría noche de enero de 1987, cuando el intérprete, que entonces tenía 26 años, se cruzó en un bar de la calle Infantas de Madrid con Ana Arana Leza. 

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Se trataba de otra aspirante a actriz, de 23 años, proveniente de San Sebastián, que contaba con intérpretes consolidados en su familia. Su madre era Concha Leza (1919: Crónica del alba, La guerra de los locos, ¡Dispara!, Maestros), y su hija había decidido seguir sus pasos, tomando además su apellido como carta de presentación. Medio año después de aquel encuentro, el 25 de julio de 1987, la pareja se casaba en la iglesia de San Nicolás de Bari, en Madrid, en una ceremonia que marcó época. 

Pocas veces un templo religioso ha sido escenario de tanta diversidad: junto a los novios y sus familiares estaban los personajes más destacados de aquella vibrante época. Por allí pasaron Bibiana Fernández (entonces Andersen), Pedro Almodóvar, Marisa Paredes, Antonio Ferrandis y Carmen Maura, quien ejerció de madrina. Tras el servicio religioso, los novios y sus invitados lo dieron todo en un fiestón digno de aquellos años, celebrado en el Hotel Ritz. 

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Tal y como cuentan las crónicas de la época, Ana Leza eligió para ese día tan especial un sencillo traje blanco con un original tocado del mismo tono. Banderas, por su parte, apostó por un moderno y original conjunto de camisa y pantalón negros. Carmen Maura, la madrina, deslumbró con un conjunto de falda abullonada, corpiño de encaje con detalles de tul y guantes a juego. 

Ana llevó a Banderas hasta Hollywood 

Con el despegue de la carrera de Antonio en la meca del cine, ambos se trasladaron a Los Ángeles. Allí, el matrimonio se compaginaba con éxito: a él le llovían ofertas y ella le ayudaba con el inglés. De paso, obtenía papeles secundarios en películas, apareciendo acreditada en títulos como Philadelphia o De amor y de sombras. Todo parecía ir de maravilla hasta que Antonio Banderas inició el rodaje de Two Much, de Fernando Trueba. El malagueño tuvo sendos affaires con las protagonistas: primero con Daryl Hannah y después con Melanie Griffith, de quien se enamoraría perdidamente. Como suele ocurrir en estos casos, la separación de Banderas y Leza fue complicada. 

Antonio Banderas y Ana Leza

Tras una amarga pelea judicial, Ana consiguió mantener la vivienda madrileña del actor (valorada en 3,4 millones de euros), una pensión de cerca de 12.000 euros mensuales durante tres años y medio, y el 50 % de los beneficios por las películas que Banderas rodó durante los años en que estuvieron casados. "Me dejaron más pelao que... Fueron ocho días de juicio. Es un negocio. Lo que el juez quiere saber es cuánto le vas a pagar a tu pareja. Te agarran de un pie, te sacuden y, cuando se acaba el último dólar, te dejan. Eso es lo que hicieron conmigo", contaba años después el malagueño a Jesús Quintero. 

Hinduismo, segunda boda y maternidad 

Afincada de manera anónima en Estados Unidos, Ana abrazó la meditación y el yoga. Fue este nuevo mundo el que le permitió encontrar el amor, y en el año 2000 le daba el “sí, quiero” a Chris Villareal, conocido por muchos como Dharma, su álter ego budista. Carmen Maura volvió a ejercer de madrina, y la pareja fue bendecida con dos hijas: Clara María y Sofía Macarena, ambas ya mayores de edad. 

A pesar de que hace tiempo que se les ha perdido la pista, en 2020 se publicó que la familia residía discretamente en una pequeña localidad próxima a Nueva York llamada South Fallsburg. Su marido, Chris, trabaja como documentalista para una empresa que está desarrollando un tren de alta velocidad que conectará la Costa Este norteamericana con California. 

Portada del año 2000 con fotos de la segunda boda de Ana Leza

Toda la familia forma parte de una organización hinduista llamada Siddha Yoga. En ella, Chris se hace llamar Dharma, una palabra sánscrita que significa “ley”. Sus hijas también tienen nombres espirituales: la mayor, Clara María, se hace llamar Priya (amada, en la lengua india), mientras que Sofía recibe el nombre de Sindhu (río, en sánscrito).