Lujo extremo, vips e hijo mimado: así es el empresario chino que manda en España

Carlos Otero 19/12/2015 12:51

Primero fue el histórico Edificio España del centro de Madrid, luego una participación mayoritaria en el Atlético de Madrid y ahora todo indica que será Marina D’Or. Wang Jianling, el millonario más poderoso de China, desembarca de manera definitiva en nuestro país. Pero, ¿Cómo es la vida privada e íntima del magnate del Grupo Wanda? Oteradas desvela sus claves

Los orígenes del gigante chino de los negocios provienen de origen humilde. Criado en el seno de una familia pobre se alistó en el Ejército de adolescente y como su carrera militar no prosperó se dedicó a los negocios. Ahora cuenta con un mansiones en todo el mundo, obras de arte y un imperio conformado por centros comerciales, equipos de fútbol, hoteles de lujo y la productora de ‘Breaking Bad’ y ‘The walking Dead’ .

Como todos los grandes mitos de las finanzas de orígenes paupérrimos disfruta del lujo y la ostentación. Invita a sus fiestas a estrellas de la talla de Leonardo di Caprio o Nicole Kidman y sus yates son auténticas mansiones flotantes. Su jet privado cuenta con asientos de cuero y remates en oro.

El corazón de Jialing es de una sola mujer: Lin Ning. Se casó con ella en los años 80 y ha sido su gran apoyo en su ascenso: sus primeros negocios los hizo desde la casa de su suegra, que les dio cobijo en sus años de penurias económicas. Ning ejerce de gestora y propietaria de varios clubes sociales en Pekín.

Esta especie de Preysler china disfruta acuidendo a fiestas de sociedad y se relaciona con las grandes monarquías europeas: mantiene excelentes relaciones con Alberto de Mónaco y Carlos de Inglaterra. Adicta a la alta costura y a las operaciones estéticas es un icono de estilo en pleno comunismo maoísta.

Pero la joya de la corona para la crónica social es el único hijo del matrimonio, Wang Sicong. El heredero del imperio, de 27 años, es una fábrica de polémicas y titulares. Esta especie de Paris Hilton oriental no tiene más oficio que jugar a videojuegos y fardar de su fortuna en el equivalente chino a Twitter como cuando decidió regalarle dos Apple Watch de oro a su perro y mostrar con orgullo su compra.

En su última fiesta de cumpleaños, el pasado mes de enero, dio mucho que hablar al regalar a cada invitado un iPad, y semanas después volvió a dar titulares a la prensa rosa de China al asegurar que quería una novia que tuviera pechos grandes.

Por si fuera poco, se define como un «gao fu shuai», que significa literalmente «alto, rico y guapo», y disfruta marcando distancia de los «diaosi» o «pelos púbicos», una expresión despectiva hacia los jóvenes de clase humilde.