Las redes sociales han compartido en los últimos días hasta la extenuación una imagen de Emmanuel Macron como declaración de intenciones para conseguir su reelección política como Presidente de la República. La imagen de los políticos impacta e importa tanto como su mensaje y por ello he querido analizar para ustedes otros reclamos electorales de nuestra historia reciente.
La mediática imagen de Macron se enmarca en otras imágenes que presentan a los candidatos en su faceta más 'carnal', presentados casi como un objeto de deseo. Hace ya quince años Albert Rivera irrumpió en política posando completamente desnudo para presentar a su partido 'Ciudadanos', en sociedad. En Canadá, su presidente Justin Trudeau ganó las elecciones ejerciendo de galán de telenovela.
Cuando los políticos están en campaña hacen cualquier tontería para salir en los medios. Aún me estremezco cada vez que recuerdo aquel reportaje de Pablo Iglesias haciéndose el deportista en 'Marca' o cuando recuerdo a Mónica García, médica y madre, perreando en un podcast.
No se crean que hacer cosas extrañas en campaña es patrimonio de las formaciones de izquierda. En la derecha el bochornómetro alcanza cotas superlativas como aquella sesión de Abascal en plan 'Pasión de Gavilanes' o el inolvidable momento-meme de Pablo Casado en el baño cariacontecido.
Otra opción habitual de los políticos es recurrir a personajes populares. ¿Recuerdan aquella campaña de famosos emulando la ceja de Zapatero? ¿Y de Norma Duval animando los mítines del PP? ¡Ay qué tiempos aquellos! Ahora todos los apoyos famosos de campaña resultan mucho más casposos…
Sin duda lo mejor es revisitar antiguos carteles electorales para descubrir auténticas joyas estéticas. ¿Qué me dicen del primer cartel electoral de José María Aznar totalmente engominado y presumiendo de bigote? ¿Y de la periodista Pilar Rahola reconvertida en Bustamante pidiendo el voto para Esquerra Republicana? Lo mejor es ver a Rufián hecho un pincelín con cara de monaguillo…
-LOS CAMBIOS DE LOOK DE LOS POLÍTICOS