De las revistas al salón de belleza: Trapote, Mosquera, Chiqui y más ex vips que se dedican a la estética

divinity.es 18/08/2019 09:00

Las revistas y los centros de estética cuentan en sus salitas de espera con revistas del corazón. Muchas famosas han pasado de protagonizar las portadas de esas publicaciones a atenderte directamente.

La periodista Beatriz Trapote dejó la televisión para convertirse en señora de Víctor Janeiro, y tras unos años ejerciendo de ‘famosa’ participando en realities VIP como ‘Supervivientes’ o ‘Mira Quien Salta’, ha decidido reciclarse como empresaria anónima. La polémica ex reportera regenta un negocio de belleza de uñas en un centro comercial de Móstoles, al sur de Madrid.

Anabel Pantoja también ha iniciado un plan B para cuando dejen de llamarle los programas de la tele. La sobrina de Isabel Pantoja ha abierto un salón de manicura y pedicura en el centro de Sevilla. Su socia será otro rostro conocido de la televisión, Susana Molina, ganadora de Gran Hermano Catorce.

El paso por GH abre los salones de belleza. Noemí Ungría, de la tercera edición y flamante esposa de Enric Bayon, trabaja como maquilladora y peluquera en las producciones posadas de su marido. Según desveló ella misma en Sábado Deluxe, se encargó de peinar y maquillar a María Lapiedra en pedida de mano en Maldivas con Gustavo González.

La simpática Chiqui de Gran Hermano 10 también ha enfocado su carrera profesional hacia la peluquería, pero en este caso sus clientes son especialmente peludos, ya que la cartagenera se ha reinventado como peluquera canina.

Si hay una peluquera célebre en este país, ésa es Raquel Mosquera. La madrastra de Rociíto nunca ha dejado de ejercer y atienda a su selecta clientela en un Centro Comercial de la zona norte de Madrid.

La aventura estética no le fue especialmente bien a Makoke. La ex señora de Matamoros abría en enero de 2018 un centro de uñas en Majadahonda. El programa Socialité contó que había echado el cierre esta primavera por falta de clientes. Según el programa de Telecinco, los vecinos no guardan muy buen recuerdo del local y la dueña asegura que Makoke le debe dinero.