¿Dónde vas, Marc Jacobs?

EL HOMBRE LENCERO. Marc Jacobs decidió sacar provecho de su musculación con un vestido camisero transparente que dejaba al descubierto sus calzones. Como acompañamiento unas botas de época con hebilla gigante que acababan de perfilar el cuadro. Le acompaña Milla Jovovich, con un vestido diseñado por él, a medio camino entre torero y gladiador.

BELLA, ¿DÓNDE ESTÁ BESTIA? Muchas lo intentan, pero algunas fallan. En la batalla por ser la más guapa de la noche, estas estrellas pincharon en sus estilismos. Diez ejemplos de qué no hacer para llamar la atención. Si su vestido hubiese sido amarillo en vez de malva, no dudaríamos en compararla con cualquier princesa Disney. Dakota Fanning (vestida de Louis Vuitton) jugó demasiado fuerte la baza de la candidez y... ¡se quemó!

LOS INCREÍBLES. January Jones intentó sorprender con este vestido amarillo y negro (a modo de superheroína de la Marvel) de Versace, una de sus marcas favoritas para la alfombra roja. Quizá estaba en el buen camino, pero esa combinación con joyas azules de Cartier rompe cualquier magia posible. ¿Azul y amarillo? No way.

EL LAZO MÁS GRANDE DEL MUNDO. Un vestido de Thakoon con un brocado increíble y un lazo en la trasera que ocupa más que el propio vestido. Querida Christina Ricci, esta noche eras una invitada más, no la hija secreta de Yves Saint Laurent reclamando su trono. O lo que es lo mismo: You tried too hard.

COMBINACIÓN FATAL. Este modelo de Mary Kratantzou quizá hubiera funcionado en tonos plata (y no en esa curiosa combinación de estampados). Y aún así la mezcla de abertura, péplum, cinturón y mini-capa se antojan demasiados estímulos. Lo que está claro es que Elizabeth Banks no vivió anoche su mejor noche.

¿BASTA CON QUE SEA VINTAGE? Coco Rocha eligió un modelo amarillo de Givenchy que había sido propiedad de Elizabeth Taylor. El modelo, llamativo de por sí, combinado con tacones y melena shocking pink (quizá un guiño a Schiaparelli, que bautizó el color) quizá hubiera funcionado en un desfile de Jeremy Scott, pero en la gala del Met simplemente no encajaba.

MUCHO VIOLETA. Diane Kruger no fue la única que eligió el violeta para la fiesta (Beyoncé la acompañó en un modelo con transparencias y degradado en morado). Su vestido de Prada parecía poco más que un vestido hippy con falda XXL y rellena de plumas de marabú. Ella no suele fallar... pero se ha estrellado.

¿EN SERIO? Digan ustedes que van vestidos de Balenciaga y échense a dormir. Al menos a Kristen Stewart parece funcionarle. La estrella más seria y aburrida del planeta eligió este conjunto que lo mismo sirve para ir de gala que a un bar de mala muerte con sus amigos. El mismo diseñador de la firma (a su lado en la foto) no se ve muy complacido, ¿verdad?

HALLOWEEN IS BACK. Eva Mendes falló estrepitosamente con este Prada que recordaba a la noche más terrorífica del año. ¿Esos botones blancos y negros en el pecho no les recuerdan a caramelos del trick or treat?

A CAPAS. A la cantante Florence Welch le pasa factura el ponerse demasiado creativa con este Alexander McQueen que juega con los volúmenes varias veces a lo largo de la figura, hasta convertirla en otra cosa (quizá un arbusto bien cortado). Poco elegante para el Met.