Un gran evento social que reunió a la alta aristocracia: así fue la boda de Inés Domecq y Javier Martínez de Irujo

La boda de Inés Domecq y Javier Martínez de Irujo fue un gran evento social que reunió a la alta aristocracia. Se celebró en Jerez, ciudad de la novia, en 2008 y despertó mucha expectación, ya que el novio era el primer nieto de la Duquesa de Alba que pasaba por el altar. Con esta boda, además, la novia se convertía en marquesa de Almenara, pasando a ser un miembro de la nobleza de este país. El título no le venía grande, ya que pertenece a una de las familias más destacadas de la sociedad andaluza, al ser hija del conocido jinete Humberto Domecq Ybarra. Te contamos los detalles de aquel gran día

La novia y su espectacular look

Inés Domecq es una de las diseñadoras más destacadas del país gracias a su firma IQ Collection, que viste hasta a la reina Letizia. Lo esperable era que el día de su boda impactara con su look, y así fue. Eligió un vestido de Manuel Mota para Pronovias, con escote cuadrado y un delicado velo de tul y seda que sujetó al cabello con un tocado de flores y hojas. El ramo fue todo un acierto, con flores blancas y largas hojas de arbusto que tenían una preciosa caída. 

Los nervios de Inés Domecq

La novia iba guapísima recorriendo la Alameda de Cristina hasta llegar a la jerezana Iglesia de Santo Domingo. Lo hizo del brazo de su padre, que ejerció de padrino, y “escoltada” por un séquito de niños que actuaron como pajes. Eso sí, la Inés confesó más tarde que hizo este recorrido un poco nerviosa, sin duda a causa de la emoción del momento.

La ceremonia la ofició el confesor de Cayetana de Alba, don Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, al igual que había hecho con casi todas las bodas celebradas en la familia. Al terminar, los recién casados y sus invitados se dirigieron al cortijo Martelilla Santa Isabel para disfrutar de una cena. 

El novio y los invitados

Javier Martínez de Irujo lució impecable, como merecía la ocasión, con un chaqué clásico de la firma Scalper. Llegó al templo acompañado de su madre, que ejerció de madrina, María de Hohenlohe. Hizo su entrada a las 18:00 horas y esperó durante hasta que que la novia hizo su esperada aparición. 

Los novios estuvieron acompañados en este día tan importante para ellos por toda la familia Alba. Eugenia Martínez de Irujo asistió junto a Gonzalo Miró, que en esa época era su pareja. También contaron con la presencia de Rafael Medina y Laura Vecino, Claudia y Eugenia, las hijas de Bertín Osborne y Alicia Koplowitz.