Las bodas, "más de moda que nunca” y con grandes cambios: de su parecido a "una feria" a sus gastos
Aunque algunos estudios afirman que la mitad de los jóvenes españoles no se casará nunca, la industria nupcial no lo ve así. “Las bodas están más de moda que nunca”
La cantidad del dinero del regalo que hay que dar en las bodas en 2025, tras el aumento de sus costes
"La gente ya no se casa". Esta afirmación es uno de esos comentarios que se escuchan en las tertulias y que se usan como comodín para explicar algunas estadísticas. Algunos estudios refuerzan esta percepción. La investigación ‘Transformación y crisis de la institución matrimonial en España’, del Observatorio Demográfico de CEU-CEFAS, concluye que más de la mitad de los jóvenes españoles no se casará nunca.
Y, sin embargo, no son pocas las personas que ven sus veranos saturados de bodas y a quienes las despedidas de soltera y las invitaciones a enlaces las están arruinando. ¿Son estos datos una contradicción? ¿Se han pasado de moda las bodas o no?
¿Están pasadas de moda las bodas?
“Todo lo contrario, las bodas están más de moda que nunca”, promete Marta Bistuer, responsable de comunicación de Bodas.net. “Un buen ejemplo lo encontramos en influencers que se casan y comparten su día especial en redes sociales haciendo partícipes a todos sus seguidores”, añade. Bistuer habla de “un boom de las bodas millennial” (quienes ahora andan en la treintena o acaban de entrar en los 40). “Las parejas no solo siguen organizando bodas, sino que lo hacen más que en los últimos años”, asegura.
El ‘Wedding Trends to Watch Report 2025’ que elabora The Knot Worldwide (la empresa a la que pertenece Bodas.net) señala que 8 de cada 10 parejas de la Generación Z planea casarse en el futuro y que, en general, esa generación es “más optimista que nunca” sobre la idea del matrimonio.
Con todo, y si se pone el foco en España, se podría decir que las estadísticas muestran una tendencia decreciente, pero aquí también hay que afinar el análisis. “Una cosa es mirar los datos en términos absolutos y otra en términos relativos”, explica Livia García Faroldi, profesora de sociología de la Universidad de Málaga. Si hay menos gente en los grupos de edad más jóvenes, también se casarán menos personas. “Lo que habrá que mirar es la tasa de nupcialidad de grupos de edad”, apunta, donde no se han producido grandes oscilaciones en los últimos años.
Lo que sí ha cambiado, apunta la socióloga, es la edad media del matrimonio. Si en los 70 la edad al que te casabas rondaba los 26 años, ahora está en los 38. Posiblemente, la precariedad económica y los problemas de acceso a la vivienda ayuden a entender esas medias.
Las claves de las bodas del siglo XXI
Además, este retraso de la edad media se entiende mejor cuando se analizan las bodas de un modo más amplio. Quizás, más que decir que casarse ha pasado de moda habría que entender que lo que ha cambiado es el propio enlace. Esto es, casarse hoy en día no es exactamente igual que lo que era hace 30 o hace 50 años.
Como recuerda García Faroldi, las bodas eran en el pasado un paso obligatorio antes de tomar ciertas decisiones de vida, como vivir juntos. Ahora esto ya no es así. También lo ven así desde la industria nupcial. “Según revela el ‘Informe del Sector Nupcial 2024’, el 86% de las parejas ya convive antes de casarse. Además, una de cada cuatro tiene hijos”, apunta Bistuer. Igualmente, el divorcio está mucho más aceptado socialmente de lo que estaba en el pasado, algo que también ocurre con la idea de reconstruir tu vida con otra persona. “Las tasas de segunda nupcialidad han aumentado”, señala la socióloga.
Por tanto, lo interesante no es tanto que la gente se siga casando sino más bien por qué lo hace aún. En parte, continúa existiendo una vinculación social del matrimonio con el compromiso. En la esfera pública, todavía dota a esa relación de una percepción de que “vas más en serio”, como explica García Faroldi. El 56% de las parejas se casa para “dar un paso más en su historia de amor”, añade Bistuer, referenciando el ‘Libro Imprescindible de las Bodas’ de Bodas.net.
No menos importante es la parte burocrática. La socióloga recuerda que a nivel de derechos —especialmente desde un punto de vista global— todavía un enlace matrimonial simplifica más las cosas que otro tipo de uniones.
Una boda civil con una fiesta gigante
Lo que ha cambiado de forma incuestionable es el propio ritual de los enlaces. “Quizás uno de los cambios más importantes es que los matrimonios civiles superan a los religiosos”, apunta García Faroldi. Las estadísticas de Bodas.net lo confirman: un 38,5% de las parejas opta por una boda religiosa frente al 50% que prefiere la civil. “El resto apuestan por una ceremonia simbólica”, indica Bistuer.
Ya no asociamos las bodas a un proceso religioso, sino más bien a algo festivo. “Un aspecto relevante es que, en los últimos años, las bodas se han convertido en todo un acontecimiento. Las nuevas generaciones perciben las bodas como una gran fiesta en la que compartir con sus familiares y amigos”, señala Bistuer.
Así, la prioridad al casarse es entretener a las personas invitadas. “Según el Informe del Sector Nupcial 2024, un 80% priorizan la celebración de su boda para conseguir que todos los asistentes se diviertan y estén bien atendidos”, suma. Las tendencias emergentes en los enlaces van en ese sentido. Para este año se espera la llegada del “concepto de la feria en la boda” y en estos últimos años han triunfado las “endless weddings o bodas sin fin, en las que las parejas apuestan por festejos de varios días”. Las ceremonias son “informales y originales” y ya incluyen “elementos eco-friendly”. Importa el menú y todo es mucho más personalizado y memorable.
Si antes había que pensar en el vestido y el convite, ahora hay que tener muchas otras cosas en cuenta. Las proyecciones de Bodas.net hablan incluso de dos nuevas profesiones nupciales para 2025, el wedding content creator y el pet sitter (un creador de contenidos social media para tu boda y un responsable de cuidar a las mascotas de tus invitados para hacer de la boda algo pet-friendly, respectivamente).
“Lo que hay es cada vez una mayor comercialización de la industria de las bodas”, resume García Faroldi cuando se le pregunta por cómo han cambiado estas ceremonias. Ahora es algo más individual, algo que ya no pagan tus padres y está mucho más conectado con la realidad de vivir en una sociedad más consumista. Endeudarse para celebrar la boda no es, de hecho, algo tan raro, señala.
Las cifras de gasto por enlaces crecen: si el coste medio de una boda en 2022 era de 21.056 euros, en 2023 ya estaba en los 23.750, según los cálculos de Bodas.net. La conclusión clara es que se espera que la boda sea un "fiestorro".
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