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Todo sobre la boda de Belén Écija: en Menorca, nada tradicional y en la iglesia de Sant Climent

Belén Écija
Belén ÉcijaGetty Images
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Belén Écija y Jaime Sánchez están ya (como suele decirse) en capilla. La pareja se dará el 'sí, quiero' el próximo día 14 de junio en Menorca. Después de seis años de noviazgo y un año después de prometerse, la pareja pondrá el broche de oro a su historia de amor con una boda para la que ya tienen todos listo. La hija de Belén Rueda, que está viviendo uno de los momento más felices de su vida, está emocionada y muy nerviosa ante su próximo enlace y así lo ha compartido en los últimos días en sus redes sociales, donde ha publicado una preciosa imagen junto a su novio. "Cuenta atrás. Tictac AAAAAAAAHHHH", ha comentado junto a esta publicación.

En apenas cuatro días, Belén y Jaime se convertirán en marido y mujer y aunque siempre han sido muy discretos con su vida privada, a lo largo de estos meses la actriz ha compartido algunos detalles sobre una boda que ha creado mucha expectación en los últimos meses y de la que los medios han ido adelantando algunos datos.

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Una boda sin padrinos, con muchas sorpresas y momentos emotivos

Como ya hemos señalado, la boda tendrá lugar este sábado 14 de junio en Menorca, una isla con la que la actriz tiene un vínculo muy especial desde que era niña. Sin embargo, los festejos por el enlace comenzarán un día antes. El viernes 13, según ha desvelado 'Vanitatis' tendrá lugar una preboda en la playa, concretamente en el chiringuito Som Sis-Binidalí de la cala Binidalí.

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Allí la pareja se reunirá con su allegados para celebrar el amor, relajarse, disfrutar de la compañía de los más cercanos y crear recuerdos horas antes del gran día. Tras esta celebración, todos se irán a descansar para prepararse para el enlace que tendrá lugar el sábado. La ceremonia religiosa tendrá lugar en la iglesia de Sant Climent, una pequeña localidad rural situada en el municipio de Mahón a las 17:00 horas.

Además, aunque se ha apuntado que Daniel Écija acompañará a su hija al altar, la actriz ha señalado que no habrá padrinos y que la boda no va a ser nada tradicional. "No tengo nada estructurado y me voy a dejar llevar", contaba hace unos meses Belén Écija, que ha asegurado que habrá entre 100 y 400 invitados y que está trabajando mucho en la parte emocional de la celebración para sorprender y emocionar a aquellos que la acompañarán en su gran día. "Quiero hacer algo íntimo que no sea un 'show', solo con familia y amigos, los de verdad, los de siempre. Ver caras y que te haga ilusión", ha comentado la actriz que también ha revelado que su madre está muy emocionada y nerviosa.

Tras el 'sí, quiero', los recién casados y todos sus invitados se trasladarán a una finca cercana a la iglesia para disfrutar del banquete y la fiesta posterior. Una fiesta en la que a buen seguro no faltará ningún detalle y de la que todos disfrutarán al máximo.

Cristina Valenzuela firma el vestido de Belén

Uno de los secretos mejor guardados de esta boda (y de todas) es el vestido que lucirá la novia para su gran día. En el caso de Belén Écija ha trascendido que la actriz ha confiado la confección a Cristina Valenzuela, una de las diseñadoras favoritas de su madre (ha vestido a Belén Rueda en algunas de las citas más importantes del cine como los premios Goya o el Festival de Málaga). Ella ha sido la encargada de hacer realidad el vestido de los sueños de la joven actriz, que hace unos meses aseguraba que le "encantan los escotes, las trasparencias y todo" y podría ser que esos gustos hayan quedado reflejados en el diseño final del que también ha dicho que será único y "rompedor".

Belén Écija, emocionada con su vestido de novia

Sea como fuere, parece que la diseñadora ha superado todas las expectativas de Belén, que hace unos días salía muy emocionada del atelier tras probarse el vestido, que a estas alturas solo estaría a falta de algunos retoques (en caso de que hicieran falta). "Cada prueba de vestido más ilusionada que la anterior. Qué poco queda", escribía junto a un vídeo en el que se la ve entrando en su coche tras una de las últimas pruebas de un vestido que podría ya estar preparado y en su poder para su gran día.