La boda de Patricia Sánchez-Flores y Javi Millet, en fotos: el vestido de la novia y los looks de los invitados

La boda de Paty Sánchez-Flores estuvo lleno de momentos que evocaban a su apellido, con un toque flamenco por todas partes
Aciertos y errores de la boda de Patricia Sánchez-Flores y Javier Millet
Patricia Sánchez-Flores, hija del exfutbolista Quique Sánchez Flores y nieta de Carmen Flores, ha vivido uno de los días más importantes de su vida este sábado al casarse con Javier Millet, abogado deportivo con quien mantiene una relación desde hace siete años. El enlace ha tenido lugar en la parroquia de San Bartolomé de Jávea (Alicante), un templo de estilo gótico isabelino, donde han asistido cerca de 350 invitados. La novia ha llegado a la iglesia acompañada por su padre, visiblemente emocionado, y ha sido recibida por familiares, amigos y vecinos de la zona que se han acercado para seguir de cerca los detalles del enlace.

Entre los asistentes, han destacado nombres como Lolita Flores y Elena Furiase, que no han querido perderse esta cita familiar. A pesar de que la familia Flores hoy tenía una cita de reunión, ha sido notable la ausencia de Rosario Flores. Tras la ceremonia, los novios y sus invitados se han desplazado a Casa Santoja, en Denia, un espacio de 20.000 metros cuadrados rodeado de jardines y árboles centenarios. Allí ha tenido lugar el convite y la fiesta posterior, con música prevista hasta bien entrada la madrugada.
El vestido de Paty Sánchez-Flores
Patricia ha elegido para su boda un vestido de corte trapecio, elaborado en capas de organza triple de seda y con una cola de tres metros. El diseño se aleja de los cortes tradicionales y se construye a partir de tiras de muselina y organza deshiladas a mano, que aportan textura en la parte final del vestido. En lugar del velo habitual en este tipo de ceremonias, ha optado por un pañuelo de muselina de seda que caía sobre la espalda, envolviendo el cuello.

El escote, en forma de ‘media luna’, presenta una versión actualizada del clásico palabra de honor, con líneas redondeadas en los laterales. Ha completado el look con un recogido alto de inspiración italiana y mechones sueltos que enmarcaban el rostro. En cuanto al maquillaje, ha apostado por una base luminosa, sombras doradas y delineado negro, junto a un toque rosado en las mejillas y labios en tono nude. El conjunto se ha rematado con joyas vintage: un brazalete con motivos florales y unos pendientes tipo rosetón. El ramo, compuesto por calas blancas atadas con una cinta burdeos, ha reforzado la estética sobria y cuidada del conjunto.

La fiesta de la boda
Tras el banquete en Casa Santoja, la noche se tiñó de ambiente flamenco. Alrededor de la mesa, los invitados se unieron tomados del brazo y, al son de guitarra en directo, entonaron “No dudaría”, el tema de Antonio Flores, evocando la familia y su esencia artística .
Una escena que quedó grabada en vídeo: en él, Alejandra Rubio aparece bailando junto a Paty, quien llevaba un sombrero vaquero blanco. La música siguió con un baile protagonizado por Lolita Flores y el novio, al ritmo de copla, reforzado por el guitarrista y cantaor presente. El ambiente evocó la tradición familiar, con palmas improvisadas y demostraciones espontáneas de arte flamenco .

Ya entrada la noche, sobre una zona con sofás y mesas bajas, se instaló un cartel en honor al apellido Sánchez‑Flores que decía: “Flores, flores, hay muchas flores, flores”. Estaba iluminado y colocado en un rinconcito reservado para fotos, evocando el legado artístico de la familia y funcionando como fondo para las imágenes de la celebración

Los looks de los invitados
La boda de Paty Sánchez‑Flores fue una pasarela de estilo mediterráneo con toques flamencos, donde las invitadas destacaron por looks cuidados y llenos de personalidad:
Elena Furiase apostó por una combinación de marrones con efecto satinado: un vestido en tono chocolate realzado por un chal semitransparente al entrar en la iglesia, un recogido desenfadado y complementos en marrón tierra, logrando un equilibrio sobrio y moderno.

Lolita Flores, una de las figuras más asentadas de la familia, se decantó por un conjunto de blusa y pantalón en color naranja coral, tonalidad muy veraniega. Su estilismo, limpio pero vibrante, se completó con pendientes discretos y un maquillaje neutro .

Alejandra Rubio, rodeada de atención mediática, eligió un vestido estampado fluido en combinación de azules y verdes, con mangas acampanadas y abertura frontal, ideal para el calor estival. Lució la melena recogida, sandalias altas y complementos que aportaron ligereza al look .