Cinco meses tardaron en los talleres parisinos de Dior en hacer el vestido de novia de la mayor estrella del cine chino, Angelababy. Totalmente hecho a medida, realizado en satén y con docenas de flores de encaje de Chantilly cosidas a mano, este vestido tenía una cola de tres metros de largo que recorrió junto a su propietaria la gran alfombra roja que habían instaurado en el Centro de Exposiciones de la ciudad de Shanghai.
Angelababy estaba deslumbrante, brillaba casi tanto como su anillo de la prestigiosa joyería Chaumet con un gran diamante de 6 quilates valorado en 1,3 millones de euros. Las cifras de esta boda siguen impresionándonos: 2.000 invitados fueron invitados al convite, cada uno de ellos recibió una bolsa de obsequios con un smartphone de la marca Meitu -de la que ella es imagen- y otros productos igual de exclusivos, 100 personas trabajaron como asistentes de las celebrities que asistieron…
La suma total de este enlace asciende a 27 millones de euros, en un país donde la renta per cápira es de 11.300 euros euros (casi una tercera parte que en España). Eso sí, nadie quiso perderse el gran evento del año, por eso todo fue retransmitido a través de Internet y gracias a unos patrocinadores.
Hay que reconocer que Angelababy y su marido, el actor y empresario Huang Xiaoming, saben montárselo. Como Kim y Kanye, el dinero no es problema y de cada circunstancia de la vida se puede sacar negocio.
Su tirón en las redes sociales es otro de los aspectos que asemeja a Angelababy y Kim. Si la americana es la reina de Instagram, la actriz oriental prefiere compartir cada aspecto de su vida a través de Weibo, una especie de Twitter que triunfa en Asia, y donde tiene 68 millones de seguidores. Todos ellos expectantes ante el gran enlace de su ídolo… aunque en realidad se hubiera casado cinco meses antes en una ceremonia mucho más íntima.
Pero ella quería su fiesta de princesa, con miles de pétalos rosas y blancos cayendo del cielo mientras cortaba su impresionante tarta de 3 metros en forma de carrusel (en la que se invirtieron cuatro semanas de trabajo).
En China es tradicional hacer un reportaje de los novios ante de la boda y tampoco aquí escatimo nuestra amiga Yeung Wing, verdadero nombre de la muchacha en mandarín. Se fue a París y posó delante de la Torre Eiffel con un no menos espectacular vestido de alta costura de Elie Saab. Estaba realmente hermosa. Aunque su belleza también ha sido motivo de debate y críticas en su país, y eso que ella la defiende a capa y espada. Angelababy comenzó con 14 años en el mundo del modelaje y posteriormente alcanzó la fama en el cine gracias a sus rasgos perfectos que muchos ponen en entredicho.
Sin ir más lejos, la Clínica Ruili de Tokio asegura en un artículo que Angelababy se había algún retoquito y la actriz no ha dudado en demandarles por difamación. Ante el juez, la guapa china se sometió a un examen por parte de un cirujano plástico y con los periodistas de testigos se certificó que no había pasado el bisturí por su rostro. En este punto desde luego difiere de Kim, que no ha dudado en enseñar en su reality las mil y una operaciones de estética a las que se ha sometido y que han dado tan magnífico resultado.
Ya casada y con la verdad de su lado, Angelababy quiere ampliar horizontes y ser competencia de Kim en su propio país. Por eso, el año que viene será una de las estrellas de ‘Independece Day: Resurgence’ donde compartirá cartel con Liam Hemsworth y Jeff Goldblum. ¡Buena suerte en Hollywood, querida!