La boda de Ortega Cano y Ana María Aldón en Cádiz: de la comentada lista de boda a la ausencia de Rocío Carrasco

  • Ortega Cano y Ana María Aldón se dieron el 'sí, quiero' el 27 de septiembre de 2018

  • La relación entre el torero y la diseñadora fue de lo más comentada, debido a la diferencia de edad entre ambos y la complicada situación del torero

  • El enlace estuvo rodeado de mucha controversia, relacionada con el vestido de boda y la lista de invitados

La llegada de Ana María Aldón a la vida de José Ortega Cano fue lo más cuestionada. Hasta ese momento, no se había conocido ningún idilio por parte del torero tras el fallecimiento de su mujer Rocío Jurado. Durante ese tiempo, el diestro se dedicó, en cuerpo y alma, al cuidado de su familia.

Ana María y José, un amor muy cuestionado

Fue en el año 2012 cuando Ana María y José Ortega Cano comenzaron su relación. Se conocieron debido a la pasión de la gaditana por la ya fallecida Rocío Jurado, la mujer de Ortega. Al principios de los días de amor, pocos creyeron que la relación fuera a seguir para adelante, debido, sobre todo, a la diferencia de edad entre ambos.

Aunque eso sí, todas estas dudas se disiparon cuando el torero tuvo que ingresar en prisión. Durante su paso por la cárcel de Zuera, Ana María estuvo al lado de José. Cuando el torero ya salió de la cárcel y pasó un tiempo prudencial, decidieron celebrar su enlace.

Se casaron en la finca El Maestre en Cádiz

Con el paso de los años, José y Ana María se dieron el ‘sí, quiero’ el 27 de septiembre de 2018 en la tierra de ella, Sanlúcar de Barrameda. Fue en Cádiz, concretamente en la finca El Maestre, ante más de 170 invitados. La lista de boda también fue más que comentada incluso años después.

La pareja disfrutó de ese momento junto a su hijo, José María, y a toda su familia. Entre los invitados más distinguidos se encontraban Miguel Abellán, Jaime Sotos, Paco y Conchi Ortega Cano, así como Gloria Camila, quien atendió a los medios, muy sonriente, a la puerta de la finca. Eso sí, su hermano José Fernando se convirtió en una marcada ausencia, ya que se encontraba interno en un centro de rehabilitación.

Unos días antes, habían contraído matrimonio ante notario en Zaragoza

A pesar de todo, el enlace se celebró como se esperaba. Ambos habían contraído matrimonio, ante notario, unos días antes en Zaragoza. El lugar del enlace fue de lo más especial, sobre todo para Ana María Aldón, quien quiso celebrarlo al lado de su casa, ya que su madre se encontraba muy delicada de salud. La finca contiene un palacete neomudejar que perteneció a los duques de Montpensier y tiene vistas al Coto de Doñana.

Ana María fue demandada por el diseñador de sus dos vestidos

Para el enlace, Ana María lució dos vestidos de inspiración flamenca, haciendo honor a su tierra. Estos estaban confeccionados por el diseñador Emilio Salinas. También esto entrañó cierta polémica. Al parecer, Ana María le había propuesto al diseñador que confeccionara dos vestidos a cambio de que ella lo mencionara en una exclusiva, pero esto no sucedió así. Además, se atribuyó el diseño a ella misma. A pesar de que no existía un contrato firmado, Salinas presentó pruebas y le reclamó casi 10.000 euros por ambos trajes.

La lista de invitados, entre los que estaba Antonio David, fue muy comentada

Una de las controversias de la boda tuvo el foco en la lista de invitados. Al enlace acudió Antonio David Flores con su mujer, Olga Moreno, a pesar de la complicada relación que mantenía el ex guardia civil con el torero. Así, con la emisión de la docu serie sobre Rocío Carrasco, Ortega Cano tuvo que dar explicaciones.

“Como ha dicho mi mujer, fue por deseo de que estuvieran allí sus dos hijos, Rocío y David, por el cariño que le tengo a esos dos niños, para verlos y que compartieran un rato con nosotros”, explicó el diestro al ser preguntado. Además, calificó la situación como “difícil, pero bonita”. Otra de las ausencias más marcadas fue la de Rocío Carrasco. Tras la emisión de su docu serie pudimos saber las razones por la que la hija de Rocío Jurado decidió no acudir.