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Hacer el brindis de boda es una de las grandes responsabilidades y honores de este tipo de celebración. Por supuesto, hay hasta quien se ofrece voluntario, pero no si eres el padrino o la madrina, que te toca sí o sí. Así que, puede verse como una grandísima oportunidad y un halago o también tomarse como una carga o algo de lo que culpar a tu mala suerte.
Y es que, lo cierto es que hacer un buen brindis de boda es todo un reto porque estos deben ser originales, graciosos, con personalidad, emotivos y comunicar el amor que se siente por la pareja que se celebra ese día. En definitiva, lo tiene que tener todo y lo cierto es que eso es algo bastante complicado.
Pero lo último que hay que hacer es desesperar. Además, hemos recogido aquí unas claves y trucos por si te ha tocado y no sabes cómo escribir un brindis de boda para que no sea una carga sino que lo veas como una grandísima oportunidad. Estos consejos también son aptos para esos que no precisamente piensan que dar discursos es lo suyo pero que quiere sorprender de una forma especial a sus amigos recién casados. Saca papel y lápiz que los vas a necesitar.
Lo peor que puede pasar con un brindis de boda es que sea forzado y que esté lleno de tópicos sobre el amor, las bodas y el matrimonio. Esto hará que el brindis parezca impersonal y que, además, se pueda caer en el aburrimiento, que el resto de los invitados desconecte e incluso se sienta molesto por tener que escuchar algo que ha dejado de resultar interesante. Así que, deja de complicarte, de buscar fórmulas que vayan a encantar y simplemente sé tú mismo o misma.
Una de las claves de un buen brindis está en la duración. Debes alargarte el tiempo justo para evitar que los invitados y los novios desconecten o que el mensaje que quieras transmitir se pierda en el tiempo que dura el brindis. Lo mejor es ser concreto y conciso, sin dar demasiados rodeos y hacer un brindis de un par de minutos, fluido y que vaya al mensaje principal.
Cuando lo pronuncies delante de todos, habla con seguridad, así conseguirás hablar alto y claro, algo realmente necesario para llegar a todos los asistentes de la sala aunque estén lejos. Pero no te preocupes, porque normalmente, para hacer el brindis, en el sitio de la celebración se suele contar con megafonía para que todo el mundo lo oiga perfectamente. Aún así, vocaliza y sé claro en tus ideas.
Bajo ningún concepto el brindis debe ser algo improvisado. Esto solo hará que se olvide lo que se quiere decir, porque hay que contar con los nervios del momento, que mezclemos ideas o que cortemos unas con otras y, por supuesto, que nuestro brindis de boda se alargue. Así que, lo mejor es escribirlo previamente, primero, poniendo sobre el papel todas las ideas que se te vengan a la mente sobre el brindis. Después ponlas en orden y redactase el brindis de boda añadiendo ahora detalles que puedan adornar el discurso o alguna que otra idea que aparezca según se redacta.
Después, hazte un esquema o subraya lo más importante en tarjetas para llevarlo contigo a la boda y así poder tener un apoyo a la hora de pronunciar el brindis en público.
Algo que también puede ayudar con el momento de enfrentarse al público es ensayarlo y tanto hasta que parezca que se ha aprendido de memoria. Ensayarlo nos permitirá interiorizarlo y ordenarlo en nuestra mente y facilitará la tarea de hablar alto y claro. Cuanto más lo ensayes, con más fluidez podrás decirlo delante de los novios e invitados. Por eso, también es importante que practiques en alto y delante de amigos o familiares que puedan darte su punto de vista.
Para hacer un brindis atractivo y memorable por supuesto el humor no puede faltar, pero el brindis de boda no puede basarse en chistes, lo mejor será apostar por anécdotas breves o solo mencionarlas, o hacer pequeñas bromas o hacer algún chascarrillo relacionado con los novios que sea hasta emotivo y saque la sonrisa de los asistentes.
Por eso, el contenido debe estar muy cuidado. Lo mejor es apelar a los recuerdos y a la relación que se tiene con los novios. Así el brindis será mucho más emocional, ya que si nos centramos solo en contar anécdotas o hablar de generalidades, no emocionaremos a nadie, de la otra forma, apelamos directamente a los sentimientos y será algo realmente especial para los novios. Haz que la unión que tienes con la novia, el novio o ambos quede latente.
Pero es importante que si eres amigo de uno de los novios o tienes más relación con él o ella no parezca que solo le hablas a esa persona, sino que estén incluidos los dos. Apela a su relación, al amor que hay entre ellos y lo que eso te inspira.