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Belén Corsini se ha convertido en una de las it girls del momento. La mujer de Carlos Fitz-James Stuart ha irrumpido en la jet set madrileña como uno de los rostros más influyentes. Sus looks y su estilo es cada vez más imitado y no deja de recibir elogios por su buen gusto a la hora de vestir.
Fue el 22 de mayo el día elegido por el hijo del duque de Alba de Tormes y Belén para darse el ‘sí, quiero’. La joven, de 31 años, dejó a todos sin palabras con su impresionante vestido, firmado por Navascúes. Se trató de un elegante modelo de corte imperio, realizado en georgette de seda natural con escote en pico, doble falda, una enagua satín con un remate bordado y las mangas abullonadas. Además, la cola era espectacular y estaba realizada en tull plumeti, bordado sobre gazar y estampado de flores, formando una pieza independiente.
De este modo, Belén, probablemente sin quererlo, se convirtió en toda una inspiración bridal. Aunque sí que es cierto que ya había dado cuenta de su impecable estilo en otros eventos importantes a los que había acudido del brazo del que ahora es su marido. Así, podemos decir que la joven se ha coronado como la novia perfecta y, también, como la invitada ideal a cualquier tipo de ceremonia.
Pero, ¿quién es Belén Corsini? Su familia es la heredera de la constructora Corsán y Belén es nieta de Jacobo Corsini Marquina e hija de Juan Carlos Corsini y Mónica de Lacalle Rubio. Estudió Administración y Dirección de empresas en la prestigiosa escuela ICADE y, desde el año 2016, ha desarrollado su carrera laboral en distintas empresas familiares. Fue en Sevilla, en la boda de los Marqueses de Pickman cuando Belén y Carlos hicieron pública su relación. Para ese momento, Belén escogió un vestido mini de lunares y un tocado de tul y rafia con flores. Su elección hizo que se convirtiera en una de las más elegantes del evento.
Otro momento en el que ha dejado constancia de su increíble estilo fue en el bautizo de Rosario Fitz-James Stuart, la hija de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart. El evento tuvo lugar en la parroquia sevillana de San Román y, para ese momento, Belén eligió un vestido midi de falda lápiz, con las mangas abullonadas y el cuello Perkins.
El look tenía un estampado muy característico en tonos malvas y rosas con líneas marrones y un fondo blanco. Combinó el vestido con unas sandalias doradas de tiras y un bolso de mano de color arena. Respecto al maquillaje, como era de esperar y cómo siempre hace, la condesa de Osorno se decantó por un beauty look muy sencillo, con un recogido bajo con coleta, un maquillaje natural y una manicura y pedicura en tonos burdeos.
También hay que destacar la elección de su vestido para la boda de Valentina Suárez-Zuloaga. El vestido, verde y con motivos florales hacía gala del estilo de Belén, que completó el look con un complemento que no dejó indiferente a nadie: unos pendientes XXL. Estilo y elegancia en todos los sentidos.